Todo es
cuestión de enfoques y de la calidad de la información en sustentamos nuestras
opiniones. Recientemente se presentó un problema político y social muy grave
por el manejo que le dio la autoridad
responsable, debiendo entrar de manera subsidiaria una segunda que tuvo la
habilidad para mediar y resolver.
Irregularidades
generadas por una libertad en el manejo del Programa ASI, que está a cargo de
la CFE, en donde salió a relucir que se presentaron documentos apócrifos en los
cuales los supuestos avales desconocen su firma, y a quienes la paraestatal
pretendió cobrar cifras superiores a sus consumos de energía eléctrica argumentando
que estos usuarios firmaron los contratos y que se negaban a pagar sin
justificación. Pero este es apenas un problema, el otro se origina con los
consumidores que de buena fe firmaron y adquirieron aparatos de alta
eficiencia, pero que sin embargo un año después cuando debieron proporcionarle
el mantenimiento a los sistemas de aire acondicionado se llevaron la sorpresa
que al interior del aparato había componentes de segunda mano, es decir, los
controles de calidad de la paraestatal fueron burlados por voraces comerciantes
que vendieron “gato por liebre”.
Este tema se
complicó por la falta de sensibilidad de quienes lo atendieron de primera mano,
toda vez que se fueron directo al corte de energía eléctrica, lo que propició
la intervención del Congreso del Estado al aprobar un punto de acuerdo donde
solicitaba la comparecencia de los altos mandos de la CFE. Fue aquí donde actuó
de manera emergente la PROFECO en la capital Mexicali, dependencia a cargo de
Carlos Guillen quien se enfocó en cumplir sus actividades conciliatorias para resolver
64 quejas por contratos falsos, demostrándose en 35 que los usuarios tenían
razón, por lo que las empresas asumieron el costo de los aparatos (no los
usuarios); y en otras tantas quejas por venta de equipos usados, también las
empresas los repusieron por aparatos nuevos. Recordemos que para los
comerciantes representa además el pago de multas, las cuales son pagadas ante
Recaudación de Rentas del Municipio, pero esta es otra historia.
El espíritu
de servicio es lo que inspira y motiva para que ayudar a los demás, no para
complicar los delicados problemas sociales, sean de índole federal, estatal o
municipal, porque un servidor fue contratado para integrarse a un proyecto en
la búsqueda del desarrollo y bien común, no del beneficio personal sacando
provecho de la confianza depositada. En este caso, de manera natural los
problemas debieron de haberse resuelto en la instancia en que se originaron, no
en esperarse a que se salieran de control, porque intentaron justificar que era
tan solo es un caso aislado, de lo contrario se convertirán después en un
enjambre de dificultades que requerirán del apoyo de otros que actúen en
convicción de resolver a tiempo para ASI evitar problemas.
Apuntes al Vuelo: Ayer fue el tema del ahorro de energía y hoy el del
huevo que se nos fue por las nubes. Mañana que sigue??
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