Todo es
cuestión de enfoques. Tuvieron que pasar 5 años y 8 meses para que se
presentara una reforma política que garantice plenamente al Presidente de la
República electo tomar protesta en un recinto alterno, o lo que denominamos
comúnmente el plan b, siendo estas opciones ante la presidencia de las mesas
directivas de las Cámaras o ante el Presidente de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación. Lo anterior, para evitar que ante los cuestionamientos del
candidato derrotado de las izquierdas, mismos que nuevamente resultaran
improcedentes, se incite a movilizaciones con el propósito de paralizar
únicamente la Ciudad de México y el Congreso de la Unión.
Ante la
posibilidad de hechos futuros que impidan al mandatario concluir su encargo, se
prevé el nombramiento del Presidente sustituto para el caso de fallecimiento o
por incapacidad física o mental, esto por parte del Congreso de la Unión, así
mismo otro escenario es la facultad del Secretario de Gobernación para entrar en
funciones a fin de convocar a nuevas elecciones. Este escenario ya se presentó
en nuestro Estado cuando falleció el
Gobernador Héctor Terán, suceso que estuvo a punto de generar una crisis
política, ya que la Constitución local no establece con claridad que hacer, no
obstante lo anterior, a 17 años de distancia aun no se ponen de acuerdo para
reformarla.
El proyecto
contempla además, involucrar a la sociedad en la toma de decisiones a través
del plebiscito, esta figura ya existe en nuestro estado mas sin embargo nunca
se ha aplicado por lo complejo del esquema. Así mismo, contempla que hasta el
próximo proceso federal electoral se abre la puerta para candidaturas
ciudadanas, situación que anteriormente había sido derogada, así como la
iniciativa preferente con el objetivo de impulsar el movimiento legislativo
para evitar bloqueos de los grupos parlamentarios ante iniciativas del
Presidente.
En el otro
apartado, la reforma fue mutilada al dejar de lado la posibilidad de la
reelección de legisladores, con lo que se buscaba reconocer la labor de quienes
van más allá de sus actividades, dejando de lado la grilla e inasistencias a
San Lázaro. Quedó también enlatado el intento de reducir el número de
legisladores plurinominales, figura que se ha desviado de sus orígenes ya que en
el pasado se concedía este espacio de una verdadera oposición participativa,
como fue en su momento el caso del PAN. Lo anterior cobra relevancia, porque
hace 25 años se concedieron 200 pluris para abrir los espacios democráticos, pero
como lo hemos comentado, este esquema de representación ha sido rebasado por
las exigencias de una sociedad más madura y participativa.
Otra figura
que queda de lado, es la segunda vuelta para elegir al Presidente de la
República, lo que generó malestar de ex priistas que hoy militan en Movimiento
Ciudadano. Ante estos sucesos, debemos resaltar que no se puede estar reinventando
una vida democrática cada 6 años, en su lugar debe impulsarse una formación
cívica en casa, en la escuela y en los centros de trabajo, para que la gente
participe por vocación en la toma de decisiones, y no por ley. Como me comento
un buen amigo “Lamentablemente en la
política mexicana prevalece el principio de que únicamente podemos aspirar a lo
que alcancen los acuerdos políticos y no a las necesidades de la sociedad”.
Apuntes al Vuelo: En nuestro folclor AMLO presenta sus 10
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estado a EPN.
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