Todo es
cuestión de enfoques, y hay que saber abrir y apretar el tubo. Recuerdo con su
particular estilo al entonces Presidente Municipal, Eugenio Elorduy, atender
los temas de frente porque así es su forma de trabajar, tal y como lo hacía en
las conferencias del hoy extinto Miércoles Ciudadano, que tantos resultados
aportó al desarrollo de la Administración, y siempre uno de sus temas era
hablar del tubo pvc, en franca alusión a un partido político. También recuerdo cuando en el primer Gobierno del Cambio en
1989 se inició la reorganización urbana, y uno de los principales puntos fue
“la obra enterrada de Ruffo”, consistente en la reparación y sustitución de
tubos viejos que transportaban el vital liquido del agua.
Estos
comentarios vienen a colación por la decisión unilateral que tomo la empresa
Zeta Gas de suspender el servicio que brinda a familias mexicalenses, bajo el
argumento de que los contratos celebrados con los usuarios los ampara a
suspenderlo por causas de seguridad, sin embargo aquí comienzan las
contradicciones. En primer término esta efectivamente la seguridad de la
sociedad, por eso en su momento se retiró la planta de PEMEX de la mancha
urbana para reubicarse en la zona del cerro del Centinela. Sobre este antecedente, para que la empresa de Gas deje de prestar su servicio se requiere de un dictamen técnico a cargo de la
autoridad municipal, dictamen que no ha elaborado el área encargada que es Bomberos y Protección Civil, quien en
conjunto con Administración Urbana aplicaran las medidas y sanciones para que
Zeta Gas “no mande por un tubo” a los usuarios, al contrario tienen la
obligación de estar al pendiente al autorizar
y supervisar los trabajos de instalación y sustitución de la vieja tubería, la
cual deber cumplir en todo momento con la normatividad mexicana.
Los usuarios
afectados han formado un frente común para que se les restituya el servicio,
pero la realidad es que la empresa lo que pretende en el fondo es un aumento en
los precios oficiales, situación que únicamente se vive en la capital del Estado, porque en la coqueta
Tijuana se continua prestando eficientemente el servicio por tubería, solo que
allá se cobra una mensualidad fija mas el importe consumido en el periodo, es
un sistema de cobro similar a los paquetes de celulares. Al final del día por esta jugarreta, dos
mil quinientas familias se quedaron sin gas de la noche a la mañana, algunos ya
lo restituyeron con cilindros y otros no pudieron hacer las adaptaciones para
instalarlos, motivo por el cual todos los afectados acudieron a PROFECO para
que actúe con energía y se evite la impunidad en este caso.
Apuntes al Vuelo: Hablando de tubos, ya llevo su carro a la
verificación?
Columna No. 37
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