Todo es
cuestión de enfoques. Cuando se toman grandes decisiones se hace referencia a
que se han llegado a acuerdos y por ende se manda la señal del famoso “Humo
Blanco”, expresión de que el cónclave se expresó y que su acuerdo se elevara a
las nubes, para avisar a Dios que el Papa ha sido electo entre los hombre de
buena voluntad.
En este
Cónclave los personajes que tienen amplias posibilidades de ser iluminados por
el Espiritu Santo son: tres Italianos, Angelo Scola, Arzobispo de Milán de 71 años
de edad; y Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo para la
Cultura, y predicador de los ejercicios espirituales del Santo Padre en este
año 2013, de 70 años de edad. Así como Angelo
Bagnasco, Arzobispo de Génova y presidente de la Conferencia del Episcopado de
Italia, que cuenta con 70 años. La representación europea cuenta además con el
austriaco Christoph Schönborn, Arzobispo de Viena, de 68 años; el húngaro Peter
Erdo, Arzobispo de Budapest y dos veces presidente del Consejo de Conferencias
Episcopales de Europa, y el francés Jean Louis Taurán, que a sus 69 años es
Presidente del Pontifico Consejo para el Diálogo Interreligioso, Protodiácono
del Colegio Cardenalicio.
Posteriormente
aparece el resto del Mundo, representado por el canadiense Marc Oullet, Canadá,
Prefecto de la Congregación para los Obispos, de 68 años; el australiano George
Pell, que a sus 71 años es Arzobispo de Sidney. Serán acompañados los cuatro
latinoamericanos, dos brasileños, un argentino y un hondureño, Odilio Pedro
Scherer, Arzobispo de Sao Paulo, de 63 años y Joao Braz de Aviz, Prefecto de la
Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida
Apostólica 65 años; Leonardo Sandri,
Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, 69 años, que estuvo un par de meses como Nuncio
Apostólico en México y Oscar Andrés
Rodríguez Madariaga, Arzobispo de Tegucigalpa, que a sus 70 años visitó Baja
California en el Congreso Eucarístico Nacional. Finaliza esta lista un
africano, Peter Turkson de Ghana, que es presidente del Pontificio Consejo para
la Justicia y la Paz, con 64 años de edad.
En un Mundo
globalizado en que las noticias se conocen al instante conoceremos al Papa 266
a través de la tradicional señal del “Humo Blanco”, todos estos hombres renunciaron a una vida normal, a formar una familia, también renunciaron
a las horas de sueño, por las horas de estudio y oración, renunciaron a llenar
su espíritu del conocimiento ordinario, para adentrarse al campo de la
teología. Su Santidad será un ejemplo de humildad que deberá afrontar
los retos del nuevo siglo, con mayor fuerza e ímpetu.
Apuntes al Vuelo: Cuando saldrá humo blanco en otros frentes de la vida con responsabilidad y sabiduria?
Columna No. 60
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