Todo es
cuestión de enfoques. Como en un partido de beisbol en que los aficionados
interactúan con los jugadores, en las mesas de negociación y estrategia sus
integrantes son aficionados de abuchear y criticar, pero cuando llega el
momento de pararse frente al “home plate” todos tienen otros asuntos más importantes
que atender y prefieren salirse por la tangente. Lo que quiso decir el autor es
que falta mayor entrega y compromiso por alcanzar las metas con trabajo y no
con elevados de faul.
Al igual que en un juego de futbol, los
analistas platican los goles de la semana y no los próximos encuentros
definitivos, en este mismo sentido todos señalan en los cafés políticos las
notas de la semana pasada y algunos detalles de los temas del día, gustan de
analizar lo que será la fotografía de los periódicos de la mañana siguiente,
pero es una imagen que se tomo hace 24 horas, no es una planeación de la
estrategia que deberá avocarse en los procesos internos que se viven en los
partidos y sus aliados. Lo que quiso decir el autor es que hay que arrastrar el
lápiz para no actuar en reacción.
En las alianzas ocurre lo mismo que en la
religión, los párrocos sermonean a los asistentes en una franca llamada de
atención a ellos, en lugar de buscar a los fieles que no acuden al llamado a
misa. Ocurre también en las principales fuerzas políticas, en donde existe una
gran carga pero a excepción de las ceremonias solo participan los que son convocados
a cada una de las actividades que integran la agenda política, existe una
fuerza que está en la banca, en ocasiones están desconectados o desmoralizados,
o simplemente no es tomada en cuenta. Lo
que el autor quiso decir es que así pasa cuando sucede.
Así de sencillo los espacios se llenan en la
vida, al igual que un campo de entrenamiento primaveral los peloteros buscan un
espacio en el equipo, de la misma manera al integrar una alianza los partidos
deben conceder espacios y realizar reacomodos internos para dar juego y
participación a todos y todas, porque en política hay que saber sumar y
multiplicar, no restar ni dividir. En muchos
sentidos una alianza debe tener un poco de suerte en su camino, para evitar las
crisis que se presentan en los partidos involucrados en la disputa por la
designación de los espacios a los que tienen derecho en los puestos de elección
popular y posteriormente en la integración del gabinete.
Lo que quiso decir el autor es que al igual que en
el futbol aun cuando los equipos son diferentes las partes ya conocen las
reglas del juego, en contraparte cuando se desconocen los detalles se generan
contradicciones e incertidumbre, porque aunque sean estilos diferentes de
gobernar lo que se debe evitar es “que no haya ilusos para que después no haya
desilusionados”
Apuntes al Vuelo: Como la canción del Buki “Si seguimos así, ¿a
donde vamos a parar?”
Columna No. 58
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