Todo es
cuestión de Enfoques. Cuando se reúne en
la Capilla Sixtina el cónclave de los Cardenales para elegir al nuevo Papa, es
un suceso que genera la atención de todo el Planeta, tanto de los católicos como
los creyentes en otras religiones, porque todos quieren conocer quién será el Sumo
Pontífice y Jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano. Los mortales estamos
pendientes de la salida del humo blanco, una de las tradiciones más pintorescas
y conocidas a nivel mundial, que representa que los Cardenales han llegado a un
grato acuerdo. Es tan significativo el tema de esta fumata que se aplica en
todos los niveles de la vida, porque representa que la humanidad tiene la
civilidad y madurez para construir acuerdos, a pesar de las pequeñas o grandes
diferencias que puedan presentarse en nuestro camino.
Este acto
del Colegio Cardenalicio mantiene firme la Fe porque las cosas pueden cambiar
de manera positiva y en unidad. Por eso es importante creer en lo que cada uno
de nosotros hace en su frente, en lo que va construyendo a pesar del viento y
de las noches, esto que nos enseña que el dolor y la alegría son la esencia
permanente de la vida, para reconocer lo bueno y la pureza de la gente, de los
proyectos y de lo que mueve al Mundo. Eso es lo que nos debe de motivar a defender
con valentía y entusiasmo nuestras creencias, especialmente cuando son puestas
en duda. Para demostrar que tenemos la fuerza y la pasión para llegar a la
meta.
La aclamación
de 300 mil personas reunidas en la Plaza de San Pedro es seguida en todo el Mundo,
todos quieren escuchar el mensaje del Pastor Supremo de la Iglesia Católica. Ese
es el poder de la Fe, es una fuerza que mueve multitudes e inspira a sus
corazones a seguir adelante. Las palabras que la gente escucha son las que
activan su Fe en Dios, a alcanzar sus sueños, los mismos que pueden cambiar a
un Planeta.
De igual
manera y en una dimensión insospechada, esta Fe es la que mueve la pelota de futbol a lo largo y
ancho del Planeta, es la que motiva desde tiempos ancestrales a practicar el “Juego
el Hombre”, la que ahora impulsa cada cuatro años a los cinco Continentes a participar
en la Copa de la Vida, como la bautizo el famoso cantante boricua Ricky Martín
al interpretar la canción oficial del Mundial de Futbol Francia 1998.
Es el
deporte más popular del Mundo, involucra a las personas de todo género, edad y
religión, tiene una magia que representa para la humanidad controlar un balón, luchar
por una estrella y conseguir con honor vencer al rival. El deporte de manera
general contribuye a fortalecer la formación de valores y al desarrollo social
de quienes lo practican. Pues aun en la compleja realidad que cada uno pueda
vivir, este deporte se da el espacio para unir diversas pasiones y es el motor
que mueve la Fe de Naciones enteras, al igual que la religión.
Es en este
contexto que dos Naciones unidas por el balón le dedicaron un partido homenaje
a su Santidad Francisco, suceso que nació a petición del seleccionador Cesare
Prandelli, un hecho histórico e insólito, que fue seguido sorprendentemente con
la fuerza de la Fe en los medios de comunicación y las redes sociales, que han
destacado la pasión de Jorge Mario Bergoglio por el fútbol y su afición al Club
San Lorenzo de Almagro, del que también es socio. Pero lo más importante es que
desde que Italia y Argentina aceptaron este compromiso el resto de la humanidad
estuvo al pendiente de este gesto de buena Fe. Desde que Francisco fue nombrado
Sumo Pontífice, ha sido el tema de conversación más poderoso alrededor del
Mundo, motivo de una gran cantidad de palabras de aliento, de un mayor número
de portadas editoriales y artículos periodísticos, y ahora de comentarios futbolísticos.
Se ha convertido en un personaje que motiva e inspira a millones para continuar
sus proyectos, se ha convertido en un Papa más humano, que mantiene sus brazos
abiertos para que se acerquen a la Iglesia aún los que no creen en ella, los
que no conocen a Dios o han perdido su Fe.
Tener Fe es
aceptarnos a nosotros mismos y aceptar a los demás, en lo que hacen y en los
ejemplos que nos pregonan. Esta Fe puede provenir de nuestro Dios para alcanzar
el nivel de divino, o de personas de carne y hueso para alcanzar el nivel de
humano. Todos recordamos un ejemplo de fuerza en la creencia de nuestros
ideales, un ejemplo actual de un mortal que nos inspiro con su ejemplo de
fortaleza. Indudablemente el objeto y el origen de la Fe es lo que nos mantiene
vivos y apasionados en este planeta en cualquiera de las cosas que cada uno de
nosotros se dedique. Desde actividades en el hogar, en el jardín, en la
escuela, en los centros de trabajo, que pudieran ser tan variados como los
cientos de empleos que existen, así como con la interacción con el resto de los
integrantes de la estructura social.
En todo
momento, uno de los grandes propósitos es crear recuerdos que perduren toda la
vida, porque la Fe se traducen en la seguridad y la creencia de que las acciones
y las palabras que nos mueven, perduraran como las memorias mas atesoradas por
la fuerza de nuestra religión o de la pasión del deporte. Porque no debemos
esperar para mañana para hacer un espacio de vida para vivir y construir los
recuerdos especiales. ¿Y usted amable lector en que tiene depositada su Fe?
APUNTES AL VUELO: La Fe
es adhesión a Dios en el claroscuro del misterio; sin embargo es también la
búsqueda con el deseo de conocer más y mejor la verdad revelada- Juan Pablo II
Columna No. 85
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