Por Juan Enrique “Pájaro” González
Analista político
y social de la interacción humana desde 1992. Catedrático Universitario
Todo es
cuestión de enfoques. Dice una regla de la vida que los espacios se llenan, y
ante un vacío de autoridad las personas en primera instancia reclaman y después
deciden tomar acciones más directas, hasta que el control se sale de las manos
de todos y se convierte en un Estado sin Ley.
Cuando en Michoacán los ciudadanos solicitaron la intervención de las
autoridades municipales, estas tuvieron que reconocer que estaban rebasadas,
los policías no querían actuar por temor a represalias de los Carteles,
entonces se fueron a las autoridades estatales que tampoco actuaron de manera
contundente, por lo que la gente tuvo que tomar medidas de vigilancia en zonas
donde nadie quería intervenir. Tanto fue la presión que lamentablemente se llegó
a hechos violentos en la región de Tierra Caliente, la cual ahora es altamente
caliente en las 17 comunidades que la integran, particularmente en Nueva
Italia, Aquila, Antúnez, Coahuayana, Múgica, Parácuaro y Apatzingán, donde
lejos de parar la violencia se generan persecuciones de los grupos delictivos
que en consecuencia realizaron incendios de comercios y vehículos.
Ante esta
situación de alto grado de peligrosidad, los vecinos decidieron tomar medidas
extremas para evitar que esta sangre llegue a sus ríos, por tal motivo los
Gobiernos de Guerrero, Guanajuato, Jalisco, Colima e inclusive Hidalgo movilizaron
fuerzas armadas para reforzar la seguridad y evitar que no se contaminen sus
municipios, además de recomendar a sus habitantes de no visitar Michoacán. Lo
que siempre hemos criticado por parte de otras Naciones que prohíben la visita
de sus connacionales, ahora ocurre en casa propia. Pero también actuaron de
manera positiva al tomar medidas humanitarias al ofrecer servicio de cocinas comunitarias,
apoyo social a familias desplazadas, así como espacios de refugio y seguridad a
través de los sistemas DIF y de la comunidad que actuó de manera solidaria,
porque nadie quiere que estos hechos lleguen a sus casas.
El Gobierno
Federal y el de Michoacán han tomado acuerdos, que calificó el PRD como
tardíos, pero agrego que mas vale tarde que nunca, mientras que el PAN exigió
que se actué sin titubeos contra los grupos de violencia que se han tolerado. Esto
motivo la reacción del Procurador General de la República, quien aseguro que ya
habían dado los pasos para restablecer el Estado de Derecho en la zona afectada,
porque actuaron con violencia de autodefensa para defenderse de la violencia
del crimen organizado. Aquí comienzan las diferencias, porque mientras los
grupos de defensa actuaron ante la inoperancia de las autoridades, están
arremeten contra los ciudadanos que se armaron de valor y que tomaron las armas
que abandonaron los Zetas y Caballeros Templarios, llegando inclusive a
enfrentamientos que han dejando múltiples heridos y muertos civiles.
Surge una
interrogante, ¿Porque se actúa con todo el peso contra cualquier persona que
esta fuera de la ley y no se aplica el mismo peso contra las organizaciones
criminales?, como los Zetas, Caballeros Templarios y los subgrupos que de esos
derivaron, mismos que azotan a las familias de todo Michoacán y pueblos que van
pasando. Es un tema altamente delicado, porque ante la falta de resultados y la
violencia de la que han sido objetos las comunidades, estás optan por acciones
fuera de la ley para convertirse en “vengadores anónimos” y ya no es de
película, es real. En este tenor la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
reconoció la muerte de 6 personas de los grupos de autodefensa y Gobernación
únicamente de 2. Existen evidencias, testigos y videos que evidencian el abuso
de autoridad, estos hechos son el equivalente a delitos de guerra en una zona
de alta violencia. Por tal motivo el Consejo de
Autodefensas Unidas de Michoacán se vio en la disyuntiva de aceptar entregar
las armas para evitar más derramamiento de sangre inocente, aun cuando dicen no
estar de acuerdo, porque ellos quieren participar en las barricadas y
movilizaciones de las fuerzas federales, ya que argumentan que ellos conocen a
los “malandros” porque son gente plenamente identificada, que las autoridades
dejarían pasar impunemente.
Finalmente,
esto es un pesadilla que termina por dividir a una sociedad que esta entre tres
fuegos, el de los Criminales, los grupos de autodefensa y el fuego oficial, que
no es el mismo que el fuego amigo, lo que termina dañando la paz social, generando
violaciones a los derechos humanos y desintegrando a las familias. Al grado que
la gente pues no continúa sus estudios, no trabaja y no colabora con sus
autoridades, que en alguno de los casos se han hecho de la vista gorda. Todos
estos ingredientes son parte de una bomba de tiempo que preocupa no tan solo a
los Estados vecinos, sino también a todos los mexicanos que no queremos
violencia ni represión social.
Apuntes al Vuelo: Recordamos cuando en los 80´s las películas
extranjeras nos decían que en México las cosas se saldrían de control, como en
Centroamérica…y no lo podíamos creer.
Columna No. 101
Sobrino, es una situación muy crítica, violencia que genera violencia por la falta de tutela por parte de las "autoridades"....
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