APUNTES AL VUELO: LA SEMANA DE LOS ENAMORADOS
Por Juan Enrique “Pájaro” González
Analista político
y social de la interacción humana desde 1992. Catedrático Universitario
Todo es
cuestión de enfoques. El día de San Valentín es una celebración que nos llena
de alegría, que nos motiva a expresar nuestro reconocimiento y cariño por la
pareja, la familia o los amigos. Aunque usted no lo crea tiene su origen en que
en estas fechas los Pájaros se emparejan y se aparean, desde la época de los
antiguos romanos se celebraba el amor al adorar al Dios Eros, al que le
entregaban ofrendas a través de Cupido para encontrar el amor y la pareja
perfecta. Este angelito representaba el deseo y la pasión, era el hijo directo
de Venus la Diosa del amor, la belleza y la fertilidad y del Dios Marte, el
combativo de la Guerra. Su nacimiento se dio en la alegría y los caprichos de
las noches, por eso su madre le regaló un arco y flechas con puntas de oro y
plomo. ¿A ustedes con cuál les gustaría ser flechados? Quien recibía una flecha de oro se enamoraba,
todo lo contrario al que flechaban con plomo, se olvidaba de su corazón al
sembrar ingratitud y olvido.
No es una
celebración que naciera por la mercadotecnia, es un hecho histórico que se
remonta a la época del Imperio Romano, durante el mandato del emperador Claudio
II y el sacerdote Valentín, quien casaba en secreto a los jóvenes enamorados
ante la negativa del emperador que prefería enrolar a los varones solteros en
el ejercito, negándoles el derecho a formar una familia. Cuando Claudio II se
cansó de que lo contradijera el sacerdote, lo mandó encarcelar para después
torturarlo hasta que muriera en el año 270, siendo enterrados sus restos en la
famosa “Puerta de San Valentín”. Con
esto convirtió en un mártir al que veneraban todos los enamorados para agradecer
lo que hizo por ellos y al que se venera hasta la actualidad. Este suceso fue
declarado como fiesta patronal por el Papa Gelasio I en 1498, lo que contribuyó
al crecimiento de su leyenda en Inglaterra y Francia.
Todos
tuvimos en nuestros años juveniles un amor platónico al que adoramos en
silencio, por lo que le entregábamos detalles o regalos de parte de su “amigo
secreto”, pues esta también es una tradición que se realiza en todo el mundo, y
la cual tiene mayor arraigo en Colombia. Marca la tradición que se deben de
colocar papelitos con los nombres de los participantes en un recipiente, de ahí
se sustrae un papel con el nombre del agraciado que recibirá durante una semana
nuestra dulzura de manera anónima.
Como uno de
los antiguos iconos de la mitología griega, Cupido ha sobrevivido el paso del
tiempo para ser parte de la cultura popular, basta recibir una flecha de Cupido
en nuestro corazón para sentir y experimentar algo único, un ardor desconocido
que nos consume como simples mortales. Su influencia se ve en los libros y
poemas como Dios del Amor, en las pinturas como un querubín, representado por
un niño desnudo y travieso tanto por Donatello y Rafael. Su legado es tan fuerte que los vemos reflejado
en tarjetas alusivas al amor y la amistad del famoso 14 de febrero, no obstante
que la Iglesia intentó borrarlo de sus festividades en 1969 al pretender eliminar
santos de un origen legendario. Pero indudablemente la historia del hombre está
llena de anécdotas y cuentos que son parte de la cultura popular que se ha
transmitido a lo largo de los siglos.
El recibir
un pequeño detalle nos alimenta el espíritu, nos levanta el autoestima y nos
motiva a seguir adelante en nuestras actividades. El entregar un detalle es una
tradición que nos heredan los japoneses, la cual se conoce como “Honmei Choco”,
que está representado por un regalo importante, como lo es el chocolate que
comparte una mujer hacia el hombre. Este ritual forma parte del cortejo actual que
se da en San Valentín, que se practica en todo el Mundo y al que también ha
contribuido la cultura japonesa al reconocer a esa persona importante.
El amor de
Dios reina en el corazón de todos nosotros gracias al amor y amistad de
nuestros seres especiales, no dejemos pasar este momento para recordar pase de
lado, por considerar que no hay nada importante en nosotros. Porque gozamos de
salud y de vitalidad para abrazar y celebrar al lado de nuestro seres queridos esta
fecha tan especial. No dejemos pasar esta oportunidad para reunirnos y convivir,
porque si bien se puede celebrar los 365 días del año, solamente la recordamos
cuando se celebra en el mes de San Valentín. Más que gastar fortunas en
regalos, hay que demostrar la creatividad con cajas llenas de sorpresas, y no
cajas de Pandora o Espejitos de los que después nos vayamos a arrepentir.
Apuntes al Vuelo: Caballeros celebremos el “Día Internacional del
Hombre” el 19 de noviembre…Pero primero celebremos el “Día Internacional de
Libro” en la primera semana de marzo… o que les parece festejar el “Día del
aparejamiento del Pájaro” ¿?
Columna No. 102
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