Por Juan Enrique “Pájaro” González
Analista político
y social de la interacción humana desde 1992. Catedrático Universitario
Todo es
cuestión de enfoques y de la trinchera en la que nos encontremos. Borrón y cuenta
nueva es una expresión popular para atender los problemas sociales cotidianos
buscando comenzar todo de nuevo, tal y como los proyectos que se establecen al
inicio de un año en el que todos nos proponemos nuevos retos, pero algunos no
se cumplen y quedan en cero. Pero aun cuando han transcurrido 10 semanas,
seguimos presenciando las mismas actitudes sin ningún cambio sustancial.
Tal es el
caso de un prominente personaje que promete que va a cambiar, pero cada vez que
puede declara para mantenerse en el medio de la noticia. Recientemente se abrió
el tema de la legalización de la marihuana, por lo que aprovecho la oportunidad
para expresar que él entraría con sembrarla y comercializarla. Ahora si que
está totalmente fuera de sus cabales, porque se le olvida que un personaje debe
de ser ejemplo para todos, en especial para las nuevas generaciones. Quiere
aplicar borrón y cuenta nueva, pretendiendo comenzar de cero, como si el
sembrar marihuana fuera un detalle que no tiene repercusiones.
De igual
manera esta el caso de su familia, la misma que aplicó la formula de borrón y
cuenta nueva, por lo que se dieron a la tarea de olvidarse del pasado, de sus
deudas y errores. Comenzaron a abrir nuevas puertas a las grandes ligas y a
construir nuevos proyectos económicos, ya que tenían un enorme potencia a pesar
de que no tenían ni un quinto. Bajo el argumento que todo era con estricto
apego a la legalidad, a que participaban en igualdad de condiciones y que les
serian borrados sus adeudos por $22 millones.
Pero intentar
borrar todo tiene sus consecuencias, es el equivalente a actuar como si nunca
hubiese pasado nada y la vida después nos pasa factura. Porque seguramente los
excesos y escándalos de la empresa Oceanografía, que fue la consentida de la
paraestatal Pemex, pusieron en alerta roja a toda la familia, desde la mamá
Marthita, sus pequeños consentidos Manuel, Jorge y Fernando, así como el
personaje principal, aquel que nos prometió sacar al PRI de los Pinos, con todo
y tepocatas, víboras prietas y alimañas. Aplicó a la perfección la frase de
borrón y cuenta nueva.
Ahora se
sabe que son acusados de tráfico de influencias, fraude y deudas hasta por $235
millones de dólares y lo que se acumule. Con esto se ponen en las ligas
mayores, a la par de la otra bonita familia, una originaria de Agualeguas,
Nuevo León. Aplicaron el borrón, porque no sabían nada pero disfrutaban de
todo, el mismo que ahora nos quiere vender el hermano diputado por el PANAL, ya
que disfruto las mieles del triunfo y después se cambio de camiseta, esta fue
la cuenta nueva. La historia es cíclica y la memora corta, por lo que en 6 años
escucharemos historias con diferentes actores, los mismos que actualmente nos
quieren vender un nuevo capítulo de borrón y cuenta nueva.
Apuntes al Vuelo: Aun cuando ya paso una semana de los Oscares,
siempre debemos de tener fuentes de inspiración….con la misma pasión que nos
produce cuando nuestro equipo gana el campeonato…Asi de Sencillo
Columna No. 106
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