martes, 12 de agosto de 2014

LAS DOS CARAS DE LA VIDA

Todo es cuestión de enfoques y de la trinchera en que nos encontremos. Al despertarnos cada día nos encontramos con noticias que nos impactan, sobre sucesos locales, internacionales, del mundo de los deportes o del espectáculo, particularmente cuando hacen referencia a sucesos en la vida de las personas a las que admiramos, por su tenacidad o sencillamente porque los vimos crecer en su carrera en forma paralela a la nuestra. Cuando hacemos una análisis del libro de nuestras vidas, siempre recordamos las dos caras que nos acompañan, la versión de la felicidad a la que los antiguos griegos llamaron la Musa Talía y la cara opuesta que es la de la tristeza que representa la Musa Melpómene.
Cada uno de nosotros es caracterizado ante nuestras familias y amistades con una de estos  rostros, algunos con la simpatía y otros con el rostro duro, y las personalidades que uno admira también tienen un nombre con el que los identificamos. Tal es el caso del artista de cine y televisión Robin Williams, a quien vimos nacer en los programas de los 70´s como el simpático extraterrestre “Mork”, esa fue su primera cara la de la alegría y la inocencia, para después ver su crecimiento en el cine con papeles tan complejos como el soldado de guerra que despertaba con las noticias de la radio, les daba esperanza para regresar a casa, o el padre de familia que para estar con sus hijos debía de redoblar esfuerzos para disfrazarse de una “nana”. Estos son sucesos a los que nos enfrentamos a diario.    
El Mundo del Espectáculo vive de las noticias, algunas de historias impactantes en la vida de los reyes de la comicidad que lucharon contra la depresión y el abuso de sustancias, no siempre con éxito. Tenemos los casos de Jonathan Winters, héroe del mismo Robin, quien fue internado para tratar este problema. Del popular Dick Van Dyke quien reconoció que vivió en estado de embriaguez durante dos décadas, así como el chico dorado de Saturday Night Live, el original John Belushi que se nos adelantó por sobredosis. Estos artistas representan la cara de la tragedia, la misma que enfrentan todos los días personas al buscar sacar adelante a su familia, sus trabajos y sus pequeños grandes problemas por la falta de estimulo, apoyo o porque simplemente se han rendido de luchar al optar por el abuso de sustancias para escapar de la realidad de la vida.
En las dos caras uno determina como afronta sus asuntos, si lo haremos con toda la carga o optamos por hacerlo a la ligera. Esa es la misma versión que el resto de la gente que nos rodea debe tomar, porque cada uno tiene una máscara para afrontar sus problemas, y realmente no sabemos si lo hacen con la felicidad de Talía o la Tragedia de Melpómene. En este contexto todos enfrentamos adversidades que nos hacen reflexionar, pero no debemos dejar que se quiebre nuestra visión de las cosas.
Es así como reflexionamos cuando vemos partir a un personaje que creció a nuestro lado, y por ser famoso lo vimos en las etapas de la cúspide y sus altibajos. Como diría el grupo español Mecano ante la muerte de Salvador Dalí “los genios no deben morir, al igual que su legado”.
Notas al Vuelo: La máscara de la felicidad ronda las designaciones para las elecciones del 2015, pero después vendrán las de la tragicomedia.

El autor es analista político desde 1992, catedrático universitario y con amplia formación en el servicio público. 

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