LITROS DE A LITRO
Todo es
cuestión de enfoques. Desde tiempo inmemorables hemos escuchado la frase
popular de “litros de litros” en franca alusión a comerciantes y productos que
en esencia no cumplen con el requisito más básico que es entregar completo lo
que le venden al público consumidor, al que se deben. Pero si esta frase se ha
popularizado porque las autoridades lo han permitido y existen grupos
gasolineros sin escrúpulos. Recordemos una famosa entrevista telefónica en televisión
nacional a la entonces dirigente de este gremio se le chispoteo al reconocer
que “todo mundo sabe que los litros no son de 100 mililitros”, aunque al ser
cuestionado por el joven entrevistador Carlos Loret de Mola, tuvo que modificar
su versión al decir que “eso es lo que la gente dice”.
Recientemente
estas empresas tienen una guerra comercial por acreditar que ellos si venden
litros de a litro con una política de cero tolerancia. La primera duda que
surge es ¿quién es el comerciante que nos vende de menos?. Ellos mismos en su publicidad
lo reconocen, inclusive agregan que en determinados comercios si recibes lo que
mereces y que además ahorras en dinero y combustible, al agrado de remarcar que
no caigas en falsa publicidad, esto último en franca alusión a que sean mujeres
u hombres, ellos si te atenderán honestamente. La segunda duda es ¿porque argumentar
cero tolerancia?, una duda razonables que estos honorables comerciantes
siembran en la población al remarcar que no permitirán que en sus maquinas expendedoras
del vital combustible se vendan menos en litros de lo que te cobran en pesos. ¿Acaso
alguna autoridad reguladora del tema de los combustibles los solapa?. Porque se
parte del supuesto que Pemex les vende a todos por igual, tanto en calidad y en
precios.
Un ejemplo que
nos aclarara estos temas, es el siguiente: Una gasolinera que atiende con personal
honesto te invita a hacer la prueba del litro, la cual consiste en que aceptas
que antes de cargar a tu vehículo, primero delante de tus ojos llenaran un
deposito de exactamente un litro y en teoría este deberá de coincidir con el
registro de la maquina calibrada. Pero, oh sorpresa, el litro marcaba un litro
pero la maquina registro .890 mililitros, lo cual no es un “litro de a litro”,
es decir, era menos para la empresa. Al intentar cuestionar esta acción la
empleada se hizo pelotas y explico algo inexplicable con un lenguaje digno de Cantinflas.
A esta parte se agregaría y ¿Dónde quedó la Profeco?.
Esta Procuraduría acude a las gasolineras para realizar verificaciones, en las
que se cercioran que las máquinas tengas
indicadores, hologramas que ellos expiden y en jarras graduadas toman muestras
de 20 litros, en caso de encontrar irregularidades se levantan actas y se
aplican multas. Bueno hasta ahí todo se escucha muy bien, pero entonces ¿porque
las mismas gasolineras buscan atraer clientes con guerras de acusaciones de
trampas?. Cuando en los 80’s se dio la guerra entre las refresqueras una de las
compañías lanzó el hoy famoso “Reto Pepsi” y ante los cuestionamientos que hizo
de su competencia, esta opto por demandarlos. Comentario que viene en alusión porque
en esta guerra no se ve quien tenga la razón y la autoridad solo se limita a
decir “que si quieres saber que tan bien esta la gasolinera que te atiende,
consulta el semáforo que te dice quien es quien”
Pero aun hay mas la Norma Oficial Mexicana que permite
verificar todo lo antes señalado, resulta que es ilegal según un fallo del
Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa, por lo que en teoría las anteriores
verificaciones están mal hechas. Entonces la pregunta es ¿ahora que sigue?
Notas al Vuelo: Feliz día del amor y la amistad…
El autor es analista político desde
1992, catedrático universitario y tiene amplia formación en el servicio
público.
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