APUNTES AL VUELO: DONDE DEJASTE TU TRAJE A LA MEDIDA?
Por
Juan Enrique “Pájaro” González
Todo es
cuestión de enfoques y de la trinchera en que nos encontremos. Han transcurrido
once meses desde que prometimos con ilusión en diciembre de que las cosas mejorarían
en el año nuevo, que está a punto de concluir. Cuando establecimos las metas se
fijaron en atención al mundo que en ese momento giraba a nuestro alrededor, el
cual ya ha cambiado, porque algunas metas se han cubierto y lamentablemente otras
se quedaron en el camino. En pocas palabras en la consecución de las metas
personales, solo existe un verdadero obstáculo importante, el tenernos
confianza para determinar un buen traje a la medida.
Las primeras
evaluaciones son las que hacemos en casa, posteriormente en el trabajo y con
los amigos, para diagnosticar en qué grado nos beneficiaron los proyectos. Cuando
se está acostumbrado a cumplir las metas, es porque ya se han definido las prioridades,
se ha idealizado la escritura de nuestro futuro en piedra, se han forjado las
bases para la calidad de vida que emprenderemos. Sobre estas bases ese pequeño
que dejamos atrás entrará a la etapa de la madurez con la seguridad de que ha
aprendido a tomar sus propias decisiones, o lo que es lo mismo “cuando coge el
toro por los cuernos y decide hacerse un traje a la medida”. Las metas
personales son el combustible del vehículo que nos llevara al destino que se
desea y quiere lograr.
Entre lo que más soñamos como un
traje a la medida en las populares listas de metas de año nuevo, que ya es un
viejo lleno de pendientes, destacaron diez puntos: el primero era ser feliz y
punto, el segundo consistió en avanzar en el amor y formar una familia, el
tercero era perder peso pero después de las vacaciones de verano el peso nos volvió
a encontrar. En cuarto sitio está el eterno propósito de viajar por el mundo, y
el quinto, se relaciona con aprender algún idioma para realizar nuestro viaje. ¿Hasta
aquí como va el proceso de autoevaluación?
Ahora recordaremos que el sexto propósito
sigue siendo el de tener éxito laboral, ser reconocido y ganar más dinero, aún
cuando algunos se aprovechan del éxito de los demás y de su incapacidad para
trabajar, pero bueno así es la vida. El séptimo es practicar algún deporte para
desempolvar precisamente el traje, el octavo va relacionado con leer más y
escribir, para cuando nos vuelvan a preguntar por tres libros que han influido
en nuestra vida, ahora si podamos contestar que ya los leímos en el 2015. El
noveno es dejar un vicio como es fumar, tomar o distraerse con actividades
diferentes al internet, y el último es aprender una nueva actividad o
disciplina, para mejorar en lo personal o para crecer en lo laboral. Las preguntas
son ¿Cuántas metas hemos logrados? Y ¿Cuántas metas están en el abandono total?
Como miramos las mismas películas,
leemos los mismos libros, vemos a los mismos famosos por la tele, y nos
enteramos más o menos de las mismas historias, en líneas generales, todos
solemos tener sueños u objetivos bastante parecidos. Por eso aunque parezca simple, pero la siguiente pregunta es fundamental
a la hora de decidir cómo tenía que haber sido en estos momentos ese traje. Si simplemente
lo utilizas para dormir y ver pasar todas las oportunidades, o para acudir al
trabajo a conquistar el mundo. Entonces a once meses de distancia, el primer
paso es evaluar sin prisas ni presión si
la selección del sastre fue la correcta, al igual que la tela y el color, esos
son los pequeños grandes detalles de la vida: decidir entre tener un color gris
u oscuro, o decidirse por claridad absoluta para no pasar tan desapercibido
entre la gente.
En la
misma medida, un gobierno establece su traje a la medida, considerando las
medidas políticas y sociales que deberá de tomar en cada una de las materias
prioritarias de su territorio y población, lo que deberá de permitir
potencializar su desarrollo interno y externo en los próximos años. Estas
acciones deberían de ser tomadas en base a los puntos anteriores, partiendo
además de la planeación y conocimiento de los temas, y se supone que se llego ellas a través del consenso porque en el
traje a la medida vamos todos. No queremos para nuestra Nación un traje a la
medida comprado en una esquina de Tepito. Recordemos que el alma de un buen
traje a la medida, es la de sentirnos cómodos con él, para no estar pensando en que no podemos usarlo y
tendremos que sustituirlo por otro. Sin embargo el sastre de Hacienda tenía en
su mundo un traje muy diferente al que nos obliga a ponernos.
Nuestra vida
es un traje a la medida que puede identificarse con los detalles que nos ha
dado un buen sastre, o bien, como dijo el poeta Joan Manuel Serrat “es
preferible ponerse el mejor traje del optimismo que uno tenga, para hacer las
cosas con esperanza, en la medida cómo cada quien sabe hacerlo con honradez “,
pensamiento que se complementa perfectamente con lo que decía Chespirito de que
tener un traje representa una gran responsabilidad, porque “hay muchos que
andan vestidos de traje y corbata y que son los que más nos roban”, lo hacen
simplemente porque no conocen las reglas de la ética y protocolo social, se
desvían de las buenas costumbres. Finalmente para los que gustan en verdad de
la moda, Coco Chanel expresó que “para
ser irremplazable uno siempre debe de buscar un buen traje a la medida para ser
diferente”. ¿Y ustedes con cual traje prefieren quedarse al hacer la evaluación
de sus metas personales en el año
viejo que hemos dejado atrás y cuál quieren portar para las nuevos proyectos
del 2016?.
Notas al Vuelo: Comienzan a solicitar trajes a la medida para las próximas
candidaturas…algunos son de corte revolucionario…y otros humanistas.
El autor es analista político desde
1992, catedrático universitario y tiene amplia formación en el servicio
público.
Columna No. 189
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