martes, 26 de enero de 2016

ES MOMENTO DE BUSCAR OTROS PRETEXTOS

APUNTES AL VUELO: 
Por Juan Enrique “Pájaro” González

Todo es cuestión de enfoques y de la trinchera en que nos encontremos. Este mes de enero estuvo llenó de emociones intensas y fuertes que generaban altas cantidades de ruido en las gargantas de miles de cachanillas, ese era el himno de batalla en uno de los momentos de sano esparcimiento que miles pusieron de pretexto para no cumplir con sus múltiples compromisos. Lamentablemente debemos de informarles que la serie de la Gran Final del beisbol invernal ha concluido con un resultado favorable para el otro equipo, de tal suerte que se acabó el momento de hacer ruido. Todos apostaban en que esos gritos se trasladarían hasta la ciudad de Santo Domingo, allá por el Caribe, por lo que sería un buen pretexto para seguir las celebraciones hasta nuevos horizontes, bueno, de hecho algunos aficionados cachanillas aun tienen el pretexto de acudir a este Clásico Caribeño ya que han contratado con el buen Robert un paquete beisbolero. A pesar de que al famoso Robert se le invita frecuentemente al beisbol para disfrutar del mejor equipo local, este siempre tiene un buen pretexto para rechazar la oferta. Pero él se los perdió y  esa es otra historia.
Durante tres meses de temporada regular y uno de play off se disfrutó en el Nido de los estupendo juegos de nuestros Caballeros Águilas, una de las más grandes tradiciones de la región, al ser un digno espectáculo al que acude gente de toda bajacalifornia y de las californias del otro lado de la frontera. Un buen pretexto para acudir al estadio a convivir, tomar algunas bebidas refrescantes, disfrutar de las bubbas y de cuantas botanas se atravesarán en nuestro camino.  Uno de estos buenos pretextos era preguntar ¿Por qué las famosas winis se llaman “bubbas”?. Bueno, explicaría alguno de los presentes con un aire de presunción y dominio del tema, su origen data de la afición de un beisbolista que le encantaba pedir botanas para consumirlas durante el juego, siendo su debilidad las salchichas gigantes asadas a las brazas, por lo que cuando el batboy acudía a solicitar al local de Lupita y Pachi la comida, estos al saber que las winis las devoraba el toletero Charles Lee Smith, al que se conoce como Bubba, pues optaron por bautizarlas como las bubbas para beneplácito de la noble afición.     
El beisbol es un pasatiempo que está repleto de detalles y peloteros con sobrenombres. Al igual que la vida ordinaria el bautizar a alguien con un apodo le concede al padrino un poder especial que será recordado por su ahijado por haber recibido tal distinción. Así es, muchos jugadores son recordados por sus apodos más que por sus nombres, ahí tenemos al Big Papi, el Kunfu Panda, Mr. Octubre,  el Toro y hasta el más famoso de todo el bambino Babe, pero detrás de cada sobrenombre hay una historia, un buen pretexto para contarla durante el juego.  Una de tantas anécdotas es la de un tal “Come pollos”, un jugador supersticioso a más no poder, que bateaba en la práctica la misma cantidad de pelotas, que contaba los pasos que daba de la caseta al campo y que antes de cada juego devora pollo, su nombre Wade Boggs, pero se hizo doblemente famoso por haber jugado con Boston el 95% de su carrera y por el simple hecho de haberla concluido con los Yankees seleccionó este uniforme para ingresar al Salón de la Fama.
Damas y caballeros ha concluido la temporada, se nos acabaron los pretextos para no llegar temprano a casa, para acusar falta de sueño en el trabajo o para no cumplir un compromiso personal, todo porque el partido se extendió a 16 entradas, porque se fue la luz en el Nido, (bueno el otro Nido), porque se quedó tocando la banda después del triunfo emplumado, o bien como el lanzador ponchó a los bateadores contrarios pues a mí se ponchó la llanta de mi carro. Ahora hay que conseguir otros pretextos para no cumplir con nuestras obligaciones, estas deberán de ser lo suficientemente ingeniosos para convencer a nuestro interlocutor, por lo que nos dimos a la tarea de celebrar una reunión como pretexto para llegar a las siguientes recomendaciones para los amables lectores de Hechos y Opinión.
Nuestros analistas llegaron a las conclusiones de que 3 de cada 10 aficionados al rey de los deportes buscarán un nuevo pretexto, es decir el 30% de 17 mil almas que acudían regularmente a los juegos de enero. Probablemente todos recordaron sus pretextos en casa y hasta laborales, pero los vendieron como experiencias del famoso “primo de un amigo”. Sin embargo hubo unas anécdotas bastantes extravagantes como:   
Tuve un día lleno de grandes satisfacciones y no quería arruinarlo, por eso no atendí mis compromisos y me di la tarde. Este pretexto es tan sensacional como el que sigue, fue una noche de buena suerte, pero a la mañana siguiente no pude salir de casa porque no encontraba a la suerte por ningún lado.  Sin duda la excusa más recurrente es la que no pude estar en tiempo o simplemente no vine porque estaba enfermo, o alguien se enfermo, o ese tipo que viste ahí definitivamente no era yo, más bien alguien parecido a mí. Esta le queda como anillo al dedo a un tipo que a pesar que ya le avisaron que ya comenzó su nueva responsabilidad laboral, este sigue poniendo cientos de pretextos para no presentarse a laborar.  
Que les parecería decir a los más osados que no pudieron llegar temprano porque su ropa se mojo con las lluvias de la región, por lo que la quisieron secar en el estadio, pero este ya estaba cerrado por falta de garantías en el terreno de juego, entonces optaron por llegar a una tienda de autoservicio para utilizar el microondas. Definitivamente un pretexto bastante malo, pero por algo alguien lo mencionó, según él le creyeron. Lo cual hizo recordar el clásico pretexto de confusión de nombres en las personas que convocan, en los domicilios donde se cita, o bien en los nombres de los hoteles, que como aquí hay tantos y todos se parecen, pues suena una excusa muy natural.
Probablemente para algunos de nuestros amables lectores, estos pretextos les suenen familiares y otros simplemente prefieran la honestidad que es definitivamente nuestra mejor carta de presentación. Es más valioso cuando eres sincero de corazón, porque realmente te has esforzado por hacer bien las cosas, y no porque no estudiaste para tu examen y te presentas en cero, o bien no cumpliste con la tarea encomendada en el hogar o el trabajo, por lo que ciertas personas consideran fácil mentir, pero la gran mayoría no recurre a esta falsa justificación para salir avante de sus compromisos. Simplemente escribimos este artículo a manera de anécdota de lo que fue y lo que pudo ser el vuelo de los Caballeros Águilas, llevan 5 años de acceder a las semifinales y estaremos listos para evitar pretextos y ganar el campeonato en la próxima temporada. Pero esa es otra historia.

Notas al Vuelo: Los buenos proyectos políticos que se encargan a quemados operadores se contaminan…e habían ofrecido a otros distinguidos…Este pajarillo Si Vuela.

El autor es analista político desde 1992, catedrático universitario y tiene amplia formación en el servicio público.
Columna No. 198

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