APUNTES AL VUELO:
Por
Juan Enrique “Pájaro” González
Todo es
cuestión de enfoques y de la trinchera en que nos encontremos. Este mes de
enero estuvo llenó de emociones intensas y fuertes que generaban altas
cantidades de ruido en las gargantas de miles de cachanillas, ese era el himno
de batalla en uno de los momentos de sano esparcimiento que miles pusieron de
pretexto para no cumplir con sus múltiples compromisos. Lamentablemente debemos
de informarles que la serie de la Gran Final del beisbol invernal ha concluido
con un resultado favorable para el otro equipo, de tal suerte que se acabó el
momento de hacer ruido. Todos apostaban en que esos gritos se trasladarían hasta
la ciudad de Santo Domingo, allá por el Caribe, por lo que sería un buen
pretexto para seguir las celebraciones hasta nuevos horizontes, bueno, de hecho
algunos aficionados cachanillas aun tienen el pretexto de acudir a este Clásico
Caribeño ya que han contratado con el buen Robert un paquete beisbolero. A
pesar de que al famoso Robert se le invita frecuentemente al beisbol para
disfrutar del mejor equipo local, este siempre tiene un buen pretexto para
rechazar la oferta. Pero él se los perdió y esa es otra historia.
Durante tres
meses de temporada regular y uno de play off se disfrutó en el Nido de los
estupendo juegos de nuestros Caballeros Águilas, una de las más grandes tradiciones
de la región, al ser un digno espectáculo al que acude gente de toda
bajacalifornia y de las californias del otro lado de la frontera. Un buen pretexto
para acudir al estadio a convivir, tomar algunas bebidas refrescantes,
disfrutar de las bubbas y de cuantas botanas se atravesarán en nuestro camino. Uno de estos buenos pretextos era preguntar ¿Por
qué las famosas winis se llaman “bubbas”?. Bueno, explicaría alguno de los
presentes con un aire de presunción y dominio del tema, su origen data de la afición
de un beisbolista que le encantaba pedir botanas para consumirlas durante el
juego, siendo su debilidad las salchichas gigantes asadas a las brazas, por lo
que cuando el batboy acudía a solicitar al local de Lupita y Pachi la comida, estos
al saber que las winis las devoraba el toletero Charles Lee Smith, al que se
conoce como Bubba, pues optaron por bautizarlas como las bubbas para beneplácito
de la noble afición.
El beisbol
es un pasatiempo que está repleto de detalles y peloteros con sobrenombres. Al
igual que la vida ordinaria el bautizar a alguien con un apodo le concede al
padrino un poder especial que será recordado por su ahijado por haber recibido
tal distinción. Así es, muchos jugadores son recordados por sus apodos más que
por sus nombres, ahí tenemos al Big Papi, el Kunfu Panda, Mr. Octubre, el Toro y hasta el más famoso de todo el
bambino Babe, pero detrás de cada sobrenombre hay una historia, un buen
pretexto para contarla durante el juego. Una de tantas anécdotas es la de un tal “Come
pollos”, un jugador supersticioso a más no poder, que bateaba en la práctica la
misma cantidad de pelotas, que contaba los pasos que daba de la caseta al campo
y que antes de cada juego devora pollo, su nombre Wade Boggs, pero se hizo
doblemente famoso por haber jugado con Boston el 95% de su carrera y por el
simple hecho de haberla concluido con los Yankees seleccionó este uniforme para
ingresar al Salón de la Fama.
Damas y
caballeros ha concluido la temporada, se nos acabaron los pretextos para no
llegar temprano a casa, para acusar falta de sueño en el trabajo o para no
cumplir un compromiso personal, todo porque el partido se extendió a 16
entradas, porque se fue la luz en el Nido, (bueno el otro Nido), porque se quedó
tocando la banda después del triunfo emplumado, o bien como el lanzador ponchó a
los bateadores contrarios pues a mí se ponchó la llanta de mi carro. Ahora hay
que conseguir otros pretextos para no cumplir con nuestras obligaciones, estas deberán
de ser lo suficientemente ingeniosos para convencer a nuestro interlocutor, por
lo que nos dimos a la tarea de celebrar una reunión como pretexto para llegar a
las siguientes recomendaciones para los amables lectores de Hechos y Opinión.
Nuestros
analistas llegaron a las conclusiones de que 3 de cada 10 aficionados al rey de
los deportes buscarán un nuevo pretexto, es decir el 30% de 17 mil almas que acudían
regularmente a los juegos de enero. Probablemente todos recordaron sus
pretextos en casa y hasta laborales, pero los vendieron como experiencias del
famoso “primo de un amigo”. Sin embargo hubo unas anécdotas bastantes extravagantes
como:
Tuve un día lleno
de grandes satisfacciones y no quería arruinarlo, por eso no atendí mis compromisos
y me di la tarde. Este pretexto es tan sensacional como el que sigue, fue una
noche de buena suerte, pero a la mañana siguiente no pude salir de casa porque
no encontraba a la suerte por ningún lado. Sin duda la excusa más recurrente es la que no
pude estar en tiempo o simplemente no vine porque estaba enfermo, o alguien se
enfermo, o ese tipo que viste ahí definitivamente no era yo, más bien alguien
parecido a mí. Esta le queda como anillo al dedo a un tipo que a pesar que ya
le avisaron que ya comenzó su nueva responsabilidad laboral, este sigue
poniendo cientos de pretextos para no presentarse a laborar.
Que les parecería
decir a los más osados que no pudieron llegar temprano porque su ropa se mojo
con las lluvias de la región, por lo que la quisieron secar en el estadio, pero
este ya estaba cerrado por falta de garantías en el terreno de juego, entonces optaron
por llegar a una tienda de autoservicio para utilizar el microondas. Definitivamente
un pretexto bastante malo, pero por algo alguien lo mencionó, según él le
creyeron. Lo cual hizo recordar el clásico pretexto de confusión de nombres en
las personas que convocan, en los domicilios donde se cita, o bien en los
nombres de los hoteles, que como aquí hay tantos y todos se parecen, pues suena
una excusa muy natural.
Probablemente
para algunos de nuestros amables lectores, estos pretextos les suenen familiares
y otros simplemente prefieran la honestidad que es definitivamente nuestra
mejor carta de presentación. Es más valioso cuando eres sincero de corazón, porque
realmente te has esforzado por hacer bien las cosas, y no porque no estudiaste
para tu examen y te presentas en cero, o bien no cumpliste con la tarea
encomendada en el hogar o el trabajo, por lo que ciertas personas consideran fácil
mentir, pero la gran mayoría no recurre a esta falsa justificación para salir
avante de sus compromisos. Simplemente escribimos este artículo a manera de anécdota
de lo que fue y lo que pudo ser el vuelo de los Caballeros Águilas, llevan 5
años de acceder a las semifinales y estaremos listos para evitar pretextos y
ganar el campeonato en la próxima temporada. Pero esa es otra historia.
Notas al Vuelo: Los buenos proyectos políticos que se encargan a quemados
operadores se contaminan…e habían ofrecido a otros distinguidos…Este pajarillo
Si Vuela.
El autor es analista político desde 1992,
catedrático universitario y tiene amplia formación en el servicio público.
Columna No. 198
No hay comentarios:
Publicar un comentario