jueves, 30 de junio de 2016

HAY DE DIFERENCIAS A DIFERENCIAS

TODO ES CUESTIÓN DE ENFOQUE

Cuando se firmó el Tratado del Libre Comercio a principios de los 90´s nuestro país era otro, era gobernado por un Presidente que se caracterizaba por saber aprovechar las oportunidades, claro que no era perfecto pero siempre buscaba como sacar provecho de todo, hasta del Sistema que se cayó.  Este documento se conoce como el TLCAN, siendo su objetivo eliminar las barreras aduaneras y las restricciones comerciales, lo que permitió a México enfrentar los nuevos retos de la incipiente globalización  y reducir las distancias, así como afrontar la competencia que representaba el resurgimiento de Japón y la recién formalizada Unión Europea, la cual por cierto acaba de perder un brazo muy valioso en su esquema de cooperación multinacional.   
Han pasado 22 años desde entonces, los tres vecinos del Norte han fortalecido sus relaciones políticas y comerciales, aun cuando son países diametralmente diferentes en sus usos y costumbres, sus niveles de educación y por ende los conceptos varían en su significado en cada sociedad. Por ejemplo, cuando uno dice en México “Cholo” es en referencia a una persona que en su apariencia es un vago del barrio, sin oficio ni beneficio; bajo esta premisa “Cholo” en Argentina es el hijo mestizo; son palabras que significan dos cosas diferentes. Con esto podremos explicar las diferencias culturales que surgieron en la reciente visita en Canadá del Presidente Peña Nieto.
Más allá de críticas y memes por las redes sociales, ocurre que Enrique Peña en rueda de prensa arremetió contra el “Populismo” que representan López Obrador y Donald Trump, pensando que con esto quedaría bien ante Barak Obama, pero éste lo cuestionó por no estar cerca del Pueblo. Para los norteamericanos el “Populismo” se basa en que no existe la división de clases, a pesar de las  diferencias económicas existentes. En tanto en México un “Populista” es aquel que “cuando dice una cosa dice otra”, es en pocas palabras un Demagogo. En los setentas y ochentas hemos sufrido de Presidentes “Demagógicos” que bajo el pretexto de usar una guayabera adulteraban la Democracia al hacer de lado las Instituciones, al mandarlas al diablo. A los que hoy quieren usar guayaberas, díganle adiós a ese pasado que nos condena.   
La siguiente fue cuando nuestro Presidente hizo referencia al conflicto con los Maestros, en ese momento le reviró el Primer Ministro de Canadá, al invitarlo a retomar el diálogo “ya que yo también soy Maestro; y tengo gratas experiencias en las aulas”. Esta acción hizo enmudecer a los mariachis, porque aquí no tenemos como ayudar a Peña Nieto, toda vez que la palabra “Maestro” significa lo mismo en ambas Naciones, pero las diferencias coyunturales son enormes, ya que en México ganan promedio $75 pesos la hora y laboran 30 horas a la semana, es decir un promedio de $9,642 pesos mensuales, estos datos son del INEGI. En tanto en Canadá un “Maestro” devenga un promedio de $3,738 dólares canadienses al mes. Aquí ya no es la diferencia del lenguaje, sino de la cultura, infraestructura y nivel industrial de dos Mundos totalmente diferentes.
Hay de diferencias a diferencias, la primera es que necesitamos un Presidente rodeado de buenos asesores, y la segunda que esté a la altura de sus interlocutores, para que no lo dejen solo en el estrado mientras admiran los castillos de naipes, porque ellos tampoco son perfectos.
Notas al Vuelo: Y estamos por volver después de una breve pausa…Este Pajarillo Si Vuela.
Columna No. 209

El autor es analista político desde 1992, catedrático universitario y tiene amplia formación en el servicio público. 

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