miércoles, 3 de agosto de 2016

Apuntes al Vuelo

EL IMPACTO DE LAS OLIMPIADAS                                                            

Por Juan Enrique “Pájaro” González

Todo es cuestión de enfoques y del país en que te encuentres. Al igual que cada cuatro años, ahora que comenzarán los Juegos Olímpicos en Rio de Janeiro, las miradas del Mundo entero estarán durante dos semanas enfocadas al espíritu combativo y competitivo, todo bajo las reglas del fair play. En la historia del Deporte solamente Brazil y México han sido sedes de manera consecutiva de los dos eventos más importantes, aquí en nuestro país recibimos primero a los atletas olímpicos en la edición de 1968 y posteriormente a los futbolistas en el año de 1970, en esta ocasión los cariocas organizaron el Mundial de Futbol en 2014 y ahora son sede de los XXXI Juegos de la era moderna. Ambas naciones debieron de invertir fuertemente en infraestructura básica en carreteras, trenes, aeropuertos y puertos, así como estadios, villas olímpicas y hoteles para atender a todos los visitantes. Estas inversiones en países con tantas carencias y problemas sociales les generaron manifestaciones en contra del gobierno y los eventos deportivos, cuando la esencia de las dos fiestas  es la de fomentar los más altos valores de hermandad entre todos los participantes.
Organizar estos eventos internacionales son al igual que las fiestas familiares, el espacio para celebrar y presumir un nuevo estatus social, son para los países el escaparate para presumir que están preparados para ingresar a la elite mundial. Vale recordar los casos de Barcelona 1992, con el que España demostró que estaba preparada para dejar atrás el atraso generado por las épocas de la dictadura, o bien, el de Atenas en el 2004 que intentaba demostrar que el Comité Olímpico Internacional se había equivocado en no concederles la sede del Centenario en 1996, para declararse al poco tiempo el gobierno griego en quiebra, ya que pidieron prestado y no pudieron pagar. El caso de Beijing en el 2008 llegó al extremo de que China intentaba convencer al Mundo de ser un país moderno y democrático, pero se llenaron de manifestaciones por violentar los derechos humanos de los trabajadores que construyeron a marchas forzadas los estadios y las obras de infraestructura.  Estas son la otra cara de los Juegos Olímpicos.  
Sin duda alguna, Brasil pertenece a este selecto club, han hecho esfuerzos importantes por transformarse para estar a la altura del poder económico. Primero desembolsaron para el Mundial de Futbol la friolera cantidad de $18 billones de dólares para reconstruir y construir, de los cuales solo $4 billones pusieron los organizadores, el resto fue del bolsillo del pueblo carioca, por tal motivo se estancó la economía familiar. Dos años después se aprovecha que se reconstruyo al país para solamente invertir aproximadamente $15 billones de dólares en los estadios deportivos y la Villa Olímpica, la cual aún no está terminada. La inversión combinada establece un nuevo récord para la organización de estos eventos internacionales, como justificación el Gobierno de Lula da Silva y el de  Dilma Rousseff, respectivamente, argumentan que se generaron 120 mil empleos en los últimos 6 años, y que esto representa un impacto económico para Brasil de $51 billones de dólares. Datos sumamente optimistas.
En contraparte, en un país organizado y altamente competitivo como Inglaterra, se vieron fuertemente afectados por las Olimpiadas de Londres en el 2012, porque se triplicaron los turistas previstos para los años previos y posteriores de la justa veraniega, al grado que las multitudes utilizan de manera frecuente los bienes y servicios, los cuales siendo de alta calidad soportan el uso rudo más sin embargo en Londres se vieron afectados otros lugares que no habían sido reforzados para tantos visitantes. Inclusive algunos turistas boicotearon al sector hotelero por haber incrementado los precios y a otras actividades turísticas vinculadas. Habría que esperar que sucederá ahora en Rio de Janeiro que es un lugar con etiqueta de místico y exótico para sus visitantes.
Para estas dos semanas de competencia deportiva, los medios de comunicación y los comités olímpicos arribaron anticipadamente para preparar todos los detalles. Indudablemente que la participación cada vez mayor de deportes, atletas y delegaciones ha contribuido a fortalecer la fuerza del Comité Olímpico, sumado a que ha evolucionado de ser amateur a profesional en todos los sentidos, con deportistas de elite internacional, la comercialización de productos, los derechos de televisión y los patrocinios de las empresas deportivas, bancarias y de otros giros. Hubo una época en que los participantes únicamente se dedicaban y vivían del deporte, viajaban con dos meses de anticipación para llegar a la sede de los Juegos para ser parte de la historia. Y efectivamente sus hazañas son parte de las memorias deportivas. 
La magia del deporte es tan grande que desde la primera edición allá por 1896 en Atenas, en la que participaron 14 delegaciones de todo el Mundo con un total de 214 deportistas, todos masculinos porque existía la prohibición de la participación de las mujeres en las actividades públicas. Esta magia ha permitido crecer la participación de otras naciones, ya que en los Juegos de Melbourne en 1956 ya eran 67 delegaciones, en las que el número de mujeres iba en crecimiento con 364 atletas. Un duro golpe fueron los boicots recíprocos de los Estados Unidos y Rusia en la década de los ochentas en que la participación se estancó en 81 delegaciones en las que el número de atletas ya rondaba los 5 mil participantes. Fue en Barcelona 1992 que el estatus olímpico cambio para siempre al permitirse el acceso a los profesionales, como el famoso arribo del Dream Team en el basquetbol, siendo 172 delegaciones con poco más de 9 mil representantes de todo el Mundo.
Durante dos semanas, disfrutaremos de las hazañas de hombres y mujeres de 214 delegaciones nacionales, cerca de 12 mil atletas que buscan cumplir su sueño y emular a sus héroes olímpicos. De estos países existen grandes abismos, como el de Afganistán que tendrá un solo atleta, siendo una de las 20 naciones que tendrán no más de 3 delegados. El país organizador tendrá a 465 deportistas en competencia, todo un record para los cariocas, por lo que tienen todo un reto para superar el legado de los últimos organizadores que potencializaron su esencia deportiva al ser sede y cosechar muchas medallas, como el caso de España que aportara 306 delegados, China ha acreditado a más de 400 atletas y el Reino Unido toda una potencia con 366 buscaran revalidar las preseas conquistadas en casa. Por su parte los 554 norteamericanos acreditados en Rio de Janeiro tendrán que aprovechar una nueva oportunidad para superar al bloque ruso, mismo que vio reducida su delegación a 265 atletas por el castigo de doping sufrido en el 90 deportistas de pista y campo.
Y si usted se pregunta cuántos mexicanos acudirán a la justa veraniega, la respuesta son 124 atletas, lo que nos ubica en el plano internacional a la par de Rumania, Sudáfrica y Suiza, por lo que estaremos muy atentos de las actuaciones de nuestros connacionales. Sin embargo, históricamente  estos países nos superan en las conquistas de preseas ya que los rumanos cuentan con 301, seguidos de los suizos con 180 y en tercer lugar se ubican los sudafricanos con 70 medallas, ocho más que las que hemos logrado conquistar con tanto sacrificio en las veintidós ediciones previas a las que hemos acreditado delegaciones. Este es el impacto de los Juegos Olímpicos en nuestras vidas, las cuales se paralizaran durante dos semanas para vitorear a nuestros hombres y mujeres.  
Notas al Vuelo: El Mundo se rinde ante Pokemon Go…Y este Pajarillo Si Vuela.
El autor es analista político desde 1992, catedrático universitario y tiene amplia formación en el servicio público.


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