martes, 21 de marzo de 2017

LA RED DE MENTIRAS

APUNTES AL VUELO:  
Por Juan Enrique “Pájaro” González

Todo es cuestión de enfoques y de la trinchera en que nos encontremos. Cuando comenzó el año nos recibieron con un incremento en los precios del combustible con la justificación que era producto de la reforma energética para el bien del país y en consecuencia de los mexicanos. Estas medidas evitarían los famosos gasolinazos, así como los incrementos a la energía eléctrica y el gas, porque se abrirían los mercados ante una libre competencia, la cual dejaría sin efecto un precio único fijado por el gobierno federal, pero todo fue una Red de Mentiras. Para empezar la gasolina y la energía eléctrica son suministradas por empresas oficiales, no existe diversidad de grupos empresariales que nos ofrezcan sus servicios, ninguno de nosotros puede decir está en libertad escoger un proveedor diferente, todo es bajo el mismo estándar de calidad.
Los economistas y principalmente los usuarios coinciden, tengas o no un vehículo particular, este ha sido un duro golpe para la economía familiar, porque estas medidas en esencia mal planificadas han generado una escalada de precios en los productos y servicios que se producen con energía eléctrica o con gas y que se mueven con combustible en todo el territorio nacional. El primer argumento fue que el dólar había subido, o el peso se había depreciado, según como lo quieran ver, incrementándose la divisa norteamericana hasta $4 pesos, pasando de $18 a $22 pesos la venta del dólar en las casas de cambio y en los bancos. Con este contexto, se subió el precio de la gasolina en un 20%, cuando pagabas en diciembre $13.98 ahora pagas $15.99 por el litro de magna, $14.81 por Premium, ahora pagas $17.79, y por el diésel $14.63, ahora pagas $17.05. Un incremento que nos desquicio en nuestras finanzas porque seguías echando la misma cantidad en pesos, pero por cada  $250 pesos tenías dos litros menos.
Al haber bajado el dólar los mismos $4 pesos, para regresar a los $18, no se ha presentado un  decremento en la Inflación que se vive en mercados, tiendas y en la compra de cualquier producto, mucho menos en el precio del litro de gasolina, de la energía eléctrica o en el gas. El Gobierno Federal aseguraba desde el año pasado que no habría incrementos desorbitados, y que a la fecha no ha habido, pero cuando usted se presenta al mercado a comprar sus alimentos estos ya están reetiquetados en un 20% adicional, no se ve la voluntad  para establecer políticas que bajen los precios. Pues mientras seguimos escuchando cientos de anuncios publicitarios, en los que el Gobierno de Peña justifica el incremento por el precio internacional de la gasolina y la cotización del peso con relación al dólar, éstos vienen a la baja cada día, y no se refleja en la disminución de costos al consumidor en los combustibles. Reiteramos, no se percibe una estrategia del Gobierno y de la Profeco por meter en cintura este espiral de incrementos.  
Y el segundo argumento, es el del impuesto a los combustibles, situación que ha generado que algunos analistas y políticos expresen rabiosamente que quienes solicitan la reducción del IEBS lo hacen por tun total desconocimiento de la realidad nacional, efectivamente es un desconocimiento pero de quienes dirigen los destinos de la Nación. Pero también señalan que las críticas son simplemente medidas populistas, y podría ser que algunos se avoquen a salvar al país con simples críticas pero no todas son sin fundamento, existen miles de voces preocupadas por el rumbo que tan irresponsablemente estamos tomando. Basta con oír la defensa del impuesto y los argumentos para sostenerlo, que nada más de escucharlas en la radio, televisión e Internet te llevan a la conclusión de pedir perdón al Gobierno Federal.

En conclusión, en el presente año subió todo porque influyeron tres factores reales. El primero, es la falta de voluntad del Gobierno por bajar los precios aun cuando el precio del petróleo ha descendido y que a nivel internacional cueste menos el litro que en México. El segundo, es el problema que ha generado el transporte y almacenamiento de la gasolina, derivando en jaloneos entre el Gobierno y los gasolineros que se quejan por el precio tan elevado, lo que llevó en un principio al desabasto del producto. Y tercero, es el famoso impuesto a la gasolina que se aplica por cada litro vendido, el cual nos dicen que no van a ajustar, ni mucho menos retirar. Siempre el argumento del Gobierno Federal es que no se puede bajar el precio de los energéticos, por los tres puntos antes descritos, y porque sale muy caro producir, distribuir y vender el preciado producto, pero sin ser un experto en la materia, nos preguntamos ¿Porque Pemex vende más barata la gasolina en su subsidiaria en Estados Unidos?
Pero si el impuesto a los combustibles es un impedimento para bajar los precios, la pregunta que salta es ¿Por qué los gasolineros si pueden ofrecer los combustibles más baratos que el precio oficial? La respuesta es muy simple, porque si existe voluntad para hacerlo. Han decidido renunciar a parte de su ganancia para no afectar severamente a la comunidad, y ¿Qué esperan los demás actores sociales y comerciales para seguir sus pasos? Así de sencillo.
Alguna vez fuimos líderes en la producción del petróleo, y la falta de visión nos llevó de pasar del país del cuerno de la abundancia, a un productor que hoy tiene que comprar seis de cada diez litros de gasolina que consume. Ante la falta de voluntad de dar marcha atrás, nos lamentaremos que las familias pierdan su poder adquisitivo, que las empresas pierdan su competitividad y que los extranjeros pierdan el interés por invertir. En definitiva es preocupante esta ausencia de una adecuada política económica del Gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto, porque sumado a lo anterior, además las reservas económicas del país se han disminuido, la deuda pública se ha incrementado y, con ello la pobreza de los mexicanos es cada día mayor, que al igual que la popularidad del primer mandatario ha caído a un 34% en tan solo tres meses.
Notas al Vuelo: Descanse en paz el buen Rafael “nomenai” Ayala…Un abrazo para la Familia Almada por la pérdida de su Madre… Este Pajarillo Sigue Volando.

El autor es analista político desde 1992, catedrático universitario y tiene amplia formación en el servicio público.  

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