Todo es
cuestión de enfoques y de la calidad de información en la que sustentemos
nuestras opiniones. Durante un año los estudios cinematográficos Warner Bros.
preparó el estreno de la tercera entrega de Batman esperando impactar al mundo,
cuidaron meticulosamente cuatro estrenos los de Estados Unidos y los de París,
Tokio y Ciudad de México, proyectaron expectativas de ingresos para el primer
fin de semana por más de $204 millones de dólares, con lo que buscaban superar el
éxito de “Avengers”. Pero lamentablemente la realidad superó a la ficción
cuando un joven norteamericano de 24 años irrumpió en una sala de cine en
Denver durante la premier programada en la madrugada del viernes, estaba vestido
misteriosamente con un chaleco antibalas, armado con un fusil, escopeta y dos
pistolas, como un personaje de la película que la gente disfrutaba, por lo que
algunos pensaron que era una extravagancia durante el estreno.
El autor de
este crimen se llama James Eagan Holmes, era un fanático que estaba fuera de
sus cabales al inspirarse en el comic “The Dark Night Returns” para pintar de
rojo el estreno de la película. Este estudiante de medicina tenía como única
falta previa una simple multa de transito, su familia está devastada y han
emitido una declaración “nuestros
corazones están con aquellos que se vieron afectados por esta tragedia, pedimos
que respeten nuestra privacidad en estos momentos tan difíciles”. De igual
manera el director de la cinta y el actor que encarna a Batman manifestaron que
“no existen palabras para describir el
horror que sienten por haberse violentado un recinto tan sagrado como lo es una
sala de cine, que es como nuestra casa”.
En un país
que está acostumbrado al uso de las armas de fuego, la masacre en el cine de
Aurora, tuvo tal impacto que detuvo la campaña electoral, tanto el Presidente
Barack Obama por los demócratas, como el republicano Mitt Romney, suspendieron
todos los actos en memoria de los fallecidos y lesionados, pero no entraron de
fondo al real debate sobre la necesidad de regular la posesión de armas
personales y las versiones civiles en equipos. Toda la discusión gira en torno
a la Segunda Enmienda de la Constitución y las leyes que datan desde 1791,
cuando el país era el salvaje oeste, por una parte defiende el derecho del
pueblo la poderosa e influyente Asociación Nacional del Rifle, tienen enfrente a
la Coalición de Alcaldes contra las Armas Ilegales, pero ni siquiera el Alcalde
de Denver tocó el tema, en cambio su compañero de grupo, el Alcalde de New York
pidió a los líderes entrar en acción para afrontar este problema que no se vive
en otra nación.
Más
sorprendente es que en 1990 el 78% de los norteamericanos exigían acciones
estrictas sobre la compra y tenencia de armas, pero no obstante las constantes
masacres y decenas de víctimas en el 2010 tal cantidad disminuyó al 44%, y más sorprendente
que el año pasado crecieron en un 32% las ventas de armas de fuego en el Día de
Acción de Gracias y en las compras decembrinas, en un pueblo que siempre ha
criticado las políticas de otros, pero ha caído en un libertad sin control en
su gente que está acostumbrado al luto familiar por las constantes guerras en
que se han involucrado.
Apuntes al Vuelo: En alguna ocasión mi madre me dijo
“¿a dónde vamos a parar con tanta violencia en el cine?”…A lo que yo agregaría
ahora hasta en los videojuegos.
Publicada en el portal www.encuentro29.com
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