domingo, 17 de febrero de 2013

LA RENUNCIA DE SU SANTIDAD


Todo es cuestión de enfoques y de la trinchera en que nos encontremos. En un Mundo globalizado en que las noticias se conocen al instante, en los última década se ha sabido de la renuncia de un primer mandatario, pero es un hecho inédito que el Papa Benedicto XVI anunciara su dimisión al cargo por cuestiones de salud y de edad, es el único de los 265 Papas que lo hace y el primero en 600 años que deja su cargo para continuar con su vida de 85 años como Ratzinger. Este hombre que son santa sabiduría afronta su enfermedad y que renunció no únicamente al Vaticano, ya que años atrás renunció a una vida normal, a formar una familia, también renunció a las horas de sueño, por las horas de estudio y oración, renunció a llenar su espíritu del conocimiento de Mozart, para adentrarse al campo de la teología.

El Papa Benedicto XVI es un ejemplo de humildad para los hombres y las mujeres de este Mundo, ya que renunció a su vanidad, a defenderse contra los que lo atacaban. Pero lo que resulta más increíble es que la humanidad no alcanza a valorar este sacrificio ya que sus palabras fueron tomadas por algunos como bromas en los medios y las redes sociales. Vivimos una época donde no pueden comentar sobre la sexualidad, el género o los que piensan diferentes que uno porque eres calificado de intolerante y en donde nadie quiere renunciar a nada porque no conocemos la palabra generosidad.

Ahora corresponder al Señor Ratzinger tomarse un breve espacio de reflexión ante el Mundo que lo va a extrañar. En un mundo que conoció sus libros y sus encíclicas, que indudablemente lo comparo con Juan Pablo II, y que bajo el legado del Papa viajero, opto por retirarse a descansar para tener una mejor calidad de vida en esta etapa de su existencia. Se le recordar por su gesto de humildad y su alto amor a su Iglesia. Va a morir tranquilo señor Ratzinger. Sin homenajes pomposos, sin un cuerpo exhibido en San Pedro, sin miles llorándole aguardando a que la luz de su cuarto sea apagada. Va a morir, como vivió aún siendo. Su decisión es un acto de fortaleza que traerá cambios en la vida y la historia de la Iglesia.  

APUNTES AL VUELO: “El papa es un líder espiritual y su fortaleza le viene de Dios. …Supo gobernar la barca de San Pedro….La Iglesia Católica está bajo tensiones sólo comparables a las del siglo XIII, o a las del Cisma de Occidente

Columna no. 55

No hay comentarios:

Publicar un comentario