Todo es
cuestión de enfoques y de la inspiración con la que opinamos. Una de las
maravillas de la vida es poder compartir nuestros puntos de vista, de
expresarnos con completa libertad y con respeto, porque no siempre existen las
condiciones para recurrir a nuestro derecho del libre albedrio, asi mismo no
todos tienen la facultad de reconocer que al expresarse deben de hacerlo con
responsabilidad, para no transgredir la delgada línea en donde terminan
nuestros derechos y comienza la libertad de los demás. Esta es una situación
que se pone de manifiesto en la actualidad por el uso y la influencia de las
redes sociales.
Cuando recibí
la primera invitación para escribir en un Semanario, me sentí motivado, pero
tuve mis reservas en el rubro de cubrir una columna de análisis por completo,
toda vez que en ocasiones los temas se escapan y la inspiración vuela hacia
otros espacios. Recuerdo que mi primer colaboración fue de una página que
alcance a cubrir muy apenas, en la actualidad he aprendido a desarrollarme gracias
a los consejos de periodistas y amigos de amplia experiencia. Hoy en cuestión
de instantes mi libre albedrio me lleva a navegar en el tema en concreto en los
vastos apuntes de mi imaginación.
Bajo esta
perspectiva, quiero compartir los pensamientos que me acompañaron durante mi
reciente vuelo de 1,200km, tiempo suficiente para enfocarme, particularmente mientras
admiraba la ventanilla del avión recordaba la magia del cine, en especial la
película de “Gravity” la cual nos transporta al espacio exterior, hasta el
infinito y más alla. Es una cinta tan bien realizada que te despierta la curiosidad
de investigar más, como el hecho de que se grabó con varias limitaciones, pero
salió avante gracias a la habilidad y el ingenio del director Alfonso Cuarón,
ya que su proyecto tenía seis años en proceso, debía sortear el hecho de que la
tecnología no estaba disponible para su filmación. Aplicó el ingenio mexicano
para salir adelante, mantener al espectador sumido en el silencio del espacio y
de hacernos soñar de que podemos llegar a ese lugar. Su filme esta al nivel de
los genios que innovaron en ciencia ficción, como Steven Spilberg con “ Close encounters of the third kind” (1977),
el gran George Lucas con “Star Wars” , que comenzó grabándola como la cinta
número 1 en 1977 para después convertirse en la película número 6 de su exitosa
serie, así como de “2001, a space Odissey”.del pionero Stanley Kubriak.
Una de las
recomendaciones del cineasta fue admirar su obra en una sala de 3D, sin la
presencia de palomitas y sodas, lo cual seguí al pie de la letra, ya que la
experiencia fue única. Pero claro nunca falto el neófito y a la vez cinéfilo
que entro con todas las golosinas del cine haciendo mas ruidos que el silencio
magistral del Universitas. Pues al igual que los protagonistas todos somos
especialistas de nuestros respectivos temas y buscamos llevar a buen puerto las
misiones que nos encomiendan, porque obviamente nadie se quiere perder en el
espacio. Bueno al igual que la narrativa de cine y otros tópicos, nuestro
camino ha terminado y debemos de apagar la tecnología para aterrizar en breve,
deseando continuar nuestras lecturas en una nueva oportunidad espacial.
Apuntes al Vuelo: Interesante que se critiquen las medidas austeras,
cuando el que señala recibían beneficios de la austeridad anterior…Todo es
cuestión de enfoques.
Columna No. 96 de fecha 7 de Diciembre
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