jueves, 26 de febrero de 2015

LA CREACIÓN DE ALGO NUEVO

Todo es cuestión de enfoques. El Congreso de la Unión aprobó el dictamen para crear el Sistema Nacional Anticorrupción, un nuevo Instituto que buscara homologar las acciones de los tres niveles de Gobierno, algo similar al Nuevo Sistema Penal que se ha rezagado en su aplicación Nacional. Este proyecto deberá de ser aprobado por el Senado para después ser avalado por las Legislatura locales. Posteriormente el Poder Legislativo tendrá una año para expedir una Ley General que establezca las bases y las adecuaciones a las Leyes Secundarias. El paso final será que los Congresos Locales y la Asamblea del Distrito Federal expidan sus leyes y realicen los ajustes correspondientes en un plazo de 6 meses.  

En la búsqueda de esquemas novedosos el titular del nuevo organismo será propuesto por el Presidente de la República y ratificado por el Senado. De aquí se desprenden como líneas de acción la presentación de la declaración patrimonial, que ya existe, y se incorpora la novedad de que la autoridad reconozca el conflicto de intereses en asuntos que está resolviendo, lo cual también ya existe y se llama tráfico de influencias. Sobre este punto se prevé que los gobiernos cierren cualquier espacio que genere abuso de autoridad, situación sistemática que en la actualidad se conoce cuando un ciudadano se aventura a denunciar una irregularidad.

Lo realmente novedoso es la creación de un Comité Coordinador integrado por autoridades federales, estatales y municipales, así como un representante del Comité de Participación Ciudadana, con el objetivo de recabar todas las acciones que están dispersas en el mundo de la legalidad, para convertirlas en una sola línea de acción, que se deberá de enfocar en fiscalizar y  controlar el comportamiento de los malos servidores públicos. Esta es una acción que realizan actualmente los Observatorios Ciudadanos. En consecuencia, este concepto se concretizaría hoy en día si la autoridad se apegará al cumplimiento de sus derechos y obligaciones, sin dar lugar a las interpretaciones y actuaciones fuera de los valores que en esencia cada quien formó  en su hogar y los transmite posteriormente a sus hijos. Este elemento se llama la cultura de la legalidad, un camino que no debe de caer en desuso y no debe dejarse de lado.

Si efectivamente los tres Grupos Parlamentarios más fuertes, PAN-PRI-PRD, proponen combatir la corrupción con nuevos esquemas, sanciones y acciones que prescribirán a los 7 años, entonces esto quiere decir que la Comisión de la Verdad del PRD tenía que esperar la creación de este Órgano para informarnos lo que ya todos sabemos sobre sus autoridades de Guerrero. O que la reciente designación del Presidente Peña Nieto del Secretario de la Función Pública se considerará legal pero inmoral. O que el PRI dejó de lado su propuesta anticorrupción para nombrar a un candidato que es acusado de la desaparición de $800 millones. O que en el PAN no hay nada que ocultar porque se siguen los principios humanistas de su fundador Gómez Morín.  

Al respecto el recién electo Presidente Nacional del PAN,  cargo que dejó  para alcanzar una candidatura a diputado federal por la vía plurinominal, Gustavo Madero, celebró la aprobación del Sistema Nacional Anticorrupción, al considerar que es una victoria cultural de su partido, el cual agregó “siempre ha actuado en congruencia para fortalecer la vida política y social de México”.  

 Notas al Vuelo: Entre competencias de esgrima e incompetencias para atender los problemas causados por la falta de atención…O todo se perdona por ganar medallas?  

El autor es analista político desde 1992, catedrático universitario y tiene amplia formación en el servicio público. 

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