miércoles, 27 de mayo de 2015

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APUNTES AL VUELO: DONDE ESTA EL SECRETO DE LOS CENTAVOS?  
Por Juan Enrique “Pájaro” González

Todo es cuestión de enfoques y de la trinchera en que nos encontremos. Son tan importantes las bases para la construcción de una estructura sólida, como los centavos para sumar un entero. Sobre este comentario alguna vez nos hemos detenido a pensar porque en México los centavos no se consideran parte de la estructura y en los Estados Unidos si, y el ejemplo que nos viene a la mente es que cada vez que acudimos a la tienda en el otro lado de la frontera nos rembolsan  cada centavo por nuestra compra, porque de penny en penny se construye el dólar entero. Caso contrario es en el territorio nacional al efectuar una compra, ya que al gastar un peso con 10 centavos o con sesenta centavos, siempre nos sugieren el “famoso redondeo” porque las monedas de un centavo no existen. Si usted amable lector solicita su devolución, simplemente le contestará el empleado “no tengo cambio”.
Desde 1793 a la fecha, la moneda de un centavo existe en los Estados Unidos, a pesar de ser la de más baja denominación, tiene un valor, a partir de 1909 cuenta con el retrato del presidente Abraham Lincoln para conmemorar el centenario de su natalicio, convirtiéndose en la primera moneda en contar con la cara de una persona real, y desde tiempos inmemorables tiene el mismo tamaño y dimensiones. En el lenguaje común se utilizan las frases de “take a penny, leave a penny”, que en acciones de comercio los platos, vasos o lugares destinados en los comercios para facilitar el cambio o el vuelto. O bien, también se hace para dejar monedas para los próximos clientes que les faltará un centavo para completar su compra.  Ponga mucha atención porque de los 200 millones de monedas de un penny circulando podría tocarle una con un valor mayor superior al centavo, y estas son las acuñadas en 1943 y 1944 que están cotizadas hasta en $100 mil dólares americanos, este sí sería un golpe de suerte.
Con tanto movimiento de monedas en nuestro bolsillo, alguna vez ha surgido la pregunta ¿porqué no podemos ahorrar? ya que desconocemos a donde se va el dinero que con tanto sacrificio obtenemos. Por lo que en la siguiente semana de pago siempre nos prometemos comenzar a ahorrar cuando ganemos un poco más de dinero, estos son los gastos hormiga, en donde una diminuta hormiga quizá no parezca una gran amenaza. Sin embargo, cientos de ellas son capacer de hacer cosas que nadie podría imaginarse. Los gastos hormigas pueden tener un efecto en ambos sentidos, para el cliente no representan nada (eso es lo que nos hacen pensar), pero para el comerciante si, por algo nos invitan sutilmente a participar en el redondeo, porque saben que  no podemos negarnos por ser en pequeñas cantidades que solo se manejan en las máquinas registradoras, pero la realidad es que esta acción genera miles de pesos con los centavos de cada uno.
De la misma manera que en una escena de una película cómica un empleado, que es representado por Richard Pryor, detecta que nadie reclama los centavos que la empresa para la que trabaja se los queda, lo que en volumen accedía a un millón y medio de dólares al mes. Por lo que decide quedárselos toda vez que están ahí y hay que aprovechar las oportunidades. Un mes después el dueño de la empresa que ya se siente propietario de los centavos, se enfurece al detectar que hay una fuga de este valioso capital, por lo cual pregunta ¿quién se queda con mi dinero?. Al respecto el mismo se contesta, “nadie puede esconder el dinero”, por lo que la siguiente escena de la película es un lujoso automóvil deportivo estacionado en la zona de los empleados. Ahí está el detalle chatos.  

Pero el popular redondeo tiene una cara amable, ya que representan oportunidades para ayudar a instituciones de asistencia social, en donde las grandes cadenas utilizan este sistema, curiosamente no lo hacen las pequeñas tiendas o comerciantes, quienes ponen al servicio del cliente su infraestructura de cobranza para apoyar a causas sociales, prácticamente sin costos de recaudación para la institución que recibe el donativo, bajo la premisa de “poco dinero de mucha gente en forma constante”. Viéndolo del lado amable las empresas estimulan y promueven en los clientes la cultura de la donación. La empatía de las organizaciones sociales, los gastos y los beneficios fiscales los asume la cadena comercial, así como también el saludo con sombrero ajeno.
Pero a toda acción corresponde una reacción. Existen grupos que abiertamente critican estas acciones por considerar que la labor filantrópica no es del 100% de los comercios. Y existen especialistas que detallan que estas empresas no reciben ningún beneficio o estimulo fiscal, argumentando que los clientes que quieran un recibo deducible de impuestos pueden solicitarlo a las organizaciones beneficiadas. Así que ya lo sabe amable lector, cuando apoye el redondeo pregunte en caja al empleado los datos fiscales del beneficiario para que después usted realice las gestiones necesarias para la deducción de sus centavos.
Otro punto interesante del manejo de los centavos, es que las grandes tiendas te cobran en cantidades abiertas, como 5 pesos con 45 centavos, o 9 pesos con 98 centavos. Pero cuando vas a una tienda de la esquina, o en el mercado sobre ruedas, todas las cantidades son cerradas, es decir en un peso entero o en 50 centavos. Para que se fortalezca nuestra economía familiar hay que administrarnos, siendo importante que el gobierno mexicano le diera el valor al peso con la emisión de monedas de centavo, para que tengamos la real libertad de decidir por el redondeo o por recibir nuestro vuelto, como es el de penny por penny. Recuerden el popular refrán de que “cuiden sus centavos, que los pesos se cuidan solos”.
Notas al Vuelo: Se acercan las elecciones en dos semanas, ya tomaron sus decisiones… pero no me refiero a irse de vacaciones…hablando de centavos, El Banco de Inglaterra analiza su salida de la Unión Europea.

El autor es analista político desde 1992, catedrático universitario y tiene amplia formación en el servicio público. 

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