DE LOS POPULISTAS
Por Juan Enrique “Pájaro” González
Todo es
cuestión de enfoques y de la trinchera en que nos encontremos. En el marco de
las reuniones trilaterales, en una ocasión el Presidente Enrique Peña Nieto quiso
elevar el nivel de su interlocución con los Mandatarios de Estados Unidos y
Canadá, por lo que tocó el tema del populismo al que criticó severamente a
quienes sacan provecho por ser políticos populistas, para quienes leemos este
artículo y vivimos del lado de México entendemos que el costo de los políticos
populistas ha sido muy alto, pero para quienes viven en los Estados Unidos de
América, la palabra populismo tiene su origen en ser parte del pueblo, tal y
como lo establece su Constitución “todos los hombres nacen libres por ser parte
del pueblo”.
La primer
critica vino de parte del entonces Presidente Barack Obama quien le dijo
categóricamente “yo soy un personaje que surge del populismo, con el cual me
identifico plenamente”, pero lo que realmente quiso decir el Presidente Enrique
Peña Nieto es que el critica a los que descalifican todo sin aportar ningún
elemento de prueba, porque consideran que el desarrollo de las instituciones
esta por los suelos y debe de ser eliminado. A esos políticos que prometen lo
que el pueblo quiere escuchar, sustentando sus promesas en acciones que
convertirán a los gobiernos en grises y mediocres en su desempeño. En este
evento diplomático fallo el Presidente de México, porque una vez más fallaron
sus asesores al no haberlo documentado lo suficiente sobre las diferencias
culturales de un país y otros, porque lo que significa una cosa para el pueblo
mexicano no tiene el mismo valor en el otro lado de la frontera.
En ese momento
histórico se desarrollaban elecciones en los Estados Unidos, donde el candidato
con mayor proyección en los medios de comunicación era el populista Donald
Trump, quien aplicó una fórmula que le funciono a la perfección “mandar los
mensajes que el pueblo estadounidense
De este lado
de la frontera, los costos del populismo han sido muy elevados, los cuales han
causado estragos, el cual sigue en una permanente etapa de “nación emergente” o
“país en vías de desarrollo”, lamentablemente desde las épocas populistas de
los 70´s con Echeverría y los 80´s con López Portillo estamos pagando las
consecuencias de la falta de desarrollo, de democracia (sino pregunten a la
gente del Estado de México y Coahuila) y de justicia social. Para los
populistas estos problemas son fáciles de resolver, pero son sencillos cuando
están en campaña o cuando llegando al gobierno deciden dejar de lado sus
fórmulas mágicas, y se dedican a no operar por el camino que prometieron en sus
campañas, lo que los convierte en gobiernos más grises y mediocres que los que
criticaron a pulmón abierto.
La falta de
contundencia para frenar a los populistas, proviene de la falta de previsión
del actual Gobierno Federal así como también por una fuerte dosis de impunidad
y opacidad que existe en las esferas de todos los niveles de administración pública,
la cual se replica en los diversos sectores de las sociedad que contribuyen y
siguen a estos pseudos líderes, olvidándose por completo de las experiencias
deslucidas en las que participaron los mismos populistas que prometen que hoy
han cambiado, que sus valores y formación es camaleónica, porque tienen la
habilidad de adaptarse a los nuevos tiempos. Pero llega el día de demostrarlo y
todo sigue igual, sus promesas son huecas.
Existen de
populistas a populistas, el primer casos es nuestro vecino Presidente Donald
Trump, quien con su ironía ganó los adeptos de los estadunidenses marginados,
particularmente de los Estados del Sur. Su estilo de gobernar es tan sarcástico
que ha sorprendido a los mismos políticos de su Partido Republicano quienes han
salido a descalificarlo elegantemente al señalar que “desconoce del protocolo,
y que su forma de gobernar no es parte de la ideología de su Partido”. En el
discurso de Mr Tump los culpables de todos los problemas y la decadencia de los
estadounidenses son el resto de los habitantes de este planeta, incluidos
nosotros los mexicanos. Este era el populismo al que se refería el Presidente
Peña Nieto, pero como dicen por ahí “lo que el Presidente quiso decir” era una
descalificación para los políticos destrampados.
Otros
destacados populistas en el Mundo son los actuales gobernantes de Brazil, Perú
y Venezuela en América Latina, o en el pasado los populistas de Cuba y de
Argentina. En Europa los políticos que han pasado al nivel de autoritarios son
el Primer Ministro de Polonia, el de Hungría y el Presidente de Rusia por citar
algunos casos, pero una vez más nuestro querido Presidente Peña Nieto no se
refería a ellos, sus dardos estaban dirigidos a un segundo personaje que ha
causado estragos en su Gobierno, el populista y popular Peje.
El tabasqueño
tiene más de doce años en campaña permanente, se desconoce su fuente de
trabajo, pero se sabe que sus patrocinadores son personajes ligados al Grupo
Carso del magnate Carlos Slim, asociados de Televisa y Tv Azteca, quienes son
sus principales asesores, por lo que aplican cabalmente la fórmula de “ganar
ganar”. A pesar de que sus promesas son palabras huecas y sin soluciones
reales, la gente las adopta, porque son el mensaje que el pueblo quiere
escuchar, promesas de una vida mejor para todos, sin importar el costo
financiero ya que alguien deberá de cubrir estos gastos políticos y bajo el
esquema antes mencionado, no creemos que provengan de la bolsas de los asesores
empresariales del candidatos eterno a la Presidencia.
Ambos
personajes son ocurrente, mesiánicos, uno multimillonario y el otro no, pero
sin ningún problema para vivir una vida sin trabajar. Coinciden plenamente en
sus discursos, en los que resaltan promesas y las diferencias sociales, lo que
lleva a sus seguidores al fanatismo y el odio por aquellos que piensen
diferente a ellos. Ambos pintan con sus frases metafóricas un mundo de blanco y
negro, porque no hay otra opción, las opciones son solamente las que aparecen
en su carta la cual está ya muy leída, y han borrado de su vocabulario las
palabras correctivas, consenso o mayoría. Sus frases son altamente trilladas y
siempre resaltan lo negativo de los demás. Estos personajes populistas.
Las
ocurrencias tienen sus consecuencias, la expresión más clara es que sus modelos
se han agotado por las malas decisiones
políticas. El populismo en el presente nos lleva a cometer muchos errores, pero
en el futuro se vislumbra un panorama gris y abandonado y gris. No obstante que
hemos escuchado las llamadas de atención de otros países que son víctimas del
populismo, el problema volverá a ser que ante el ruido de las sirenas y las
alarmas que sonaban por todas partes, preferimos voltear hacia otro lado.
Notas al Vuelo: A nivel local falta definir a los aspirantes a las
diputaciones y las senadurías…Este Pajarillo Sigue Volando.
El autor
es analista político desde 1992, catedrático universitario y tiene amplia
formación en el servicio público.
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