martes, 11 de julio de 2017

LAS OCURRENCIAS

DE LOS POPULISTAS  
Por Juan Enrique “Pájaro” González

Todo es cuestión de enfoques y de la trinchera en que nos encontremos. En el marco de las reuniones trilaterales, en una ocasión el Presidente Enrique Peña Nieto quiso elevar el nivel de su interlocución con los Mandatarios de Estados Unidos y Canadá, por lo que tocó el tema del populismo al que criticó severamente a quienes sacan provecho por ser políticos populistas, para quienes leemos este artículo y vivimos del lado de México entendemos que el costo de los políticos populistas ha sido muy alto, pero para quienes viven en los Estados Unidos de América, la palabra populismo tiene su origen en ser parte del pueblo, tal y como lo establece su Constitución “todos los hombres nacen libres por ser parte del pueblo”.
La primer critica vino de parte del entonces Presidente Barack Obama quien le dijo categóricamente “yo soy un personaje que surge del populismo, con el cual me identifico plenamente”, pero lo que realmente quiso decir el Presidente Enrique Peña Nieto es que el critica a los que descalifican todo sin aportar ningún elemento de prueba, porque consideran que el desarrollo de las instituciones esta por los suelos y debe de ser eliminado. A esos políticos que prometen lo que el pueblo quiere escuchar, sustentando sus promesas en acciones que convertirán a los gobiernos en grises y mediocres en su desempeño. En este evento diplomático fallo el Presidente de México, porque una vez más fallaron sus asesores al no haberlo documentado lo suficiente sobre las diferencias culturales de un país y otros, porque lo que significa una cosa para el pueblo mexicano no tiene el mismo valor en el otro lado de la frontera.
En ese momento histórico se desarrollaban elecciones en los Estados Unidos, donde el candidato con mayor proyección en los medios de comunicación era el populista Donald Trump, quien aplicó una fórmula que le funciono a la perfección “mandar los mensajes que el pueblo estadounidense
De este lado de la frontera, los costos del populismo han sido muy elevados, los cuales han causado estragos, el cual sigue en una permanente etapa de “nación emergente” o “país en vías de desarrollo”, lamentablemente desde las épocas populistas de los 70´s con Echeverría y los 80´s con López Portillo estamos pagando las consecuencias de la falta de desarrollo, de democracia (sino pregunten a la gente del Estado de México y Coahuila) y de justicia social. Para los populistas estos problemas son fáciles de resolver, pero son sencillos cuando están en campaña o cuando llegando al gobierno deciden dejar de lado sus fórmulas mágicas, y se dedican a no operar por el camino que prometieron en sus campañas, lo que los convierte en gobiernos más grises y mediocres que los que criticaron a pulmón abierto. 
La falta de contundencia para frenar a los populistas, proviene de la falta de previsión del actual Gobierno Federal así como también por una fuerte dosis de impunidad y opacidad que existe en las esferas de todos los niveles de administración pública, la cual se replica en los diversos sectores de las sociedad que contribuyen y siguen a estos pseudos líderes, olvidándose por completo de las experiencias deslucidas en las que participaron los mismos populistas que prometen que hoy han cambiado, que sus valores y formación es camaleónica, porque tienen la habilidad de adaptarse a los nuevos tiempos. Pero llega el día de demostrarlo y todo sigue igual, sus promesas son huecas.   
Existen de populistas a populistas, el primer casos es nuestro vecino Presidente Donald Trump, quien con su ironía ganó los adeptos de los estadunidenses marginados, particularmente de los Estados del Sur. Su estilo de gobernar es tan sarcástico que ha sorprendido a los mismos políticos de su Partido Republicano quienes han salido a descalificarlo elegantemente al señalar que “desconoce del protocolo, y que su forma de gobernar no es parte de la ideología de su Partido”. En el discurso de Mr Tump los culpables de todos los problemas y la decadencia de los estadounidenses son el resto de los habitantes de este planeta, incluidos nosotros los mexicanos. Este era el populismo al que se refería el Presidente Peña Nieto, pero como dicen por ahí “lo que el Presidente quiso decir” era una descalificación para los políticos destrampados.
Otros destacados populistas en el Mundo son los actuales gobernantes de Brazil, Perú y Venezuela en América Latina, o en el pasado los populistas de Cuba y de Argentina. En Europa los políticos que han pasado al nivel de autoritarios son el Primer Ministro de Polonia, el de Hungría y el Presidente de Rusia por citar algunos casos, pero una vez más nuestro querido Presidente Peña Nieto no se refería a ellos, sus dardos estaban dirigidos a un segundo personaje que ha causado estragos en su Gobierno, el populista y popular Peje.
El tabasqueño tiene más de doce años en campaña permanente, se desconoce su fuente de trabajo, pero se sabe que sus patrocinadores son personajes ligados al Grupo Carso del magnate Carlos Slim, asociados de Televisa y Tv Azteca, quienes son sus principales asesores, por lo que aplican cabalmente la fórmula de “ganar ganar”. A pesar de que sus promesas son palabras huecas y sin soluciones reales, la gente las adopta, porque son el mensaje que el pueblo quiere escuchar, promesas de una vida mejor para todos, sin importar el costo financiero ya que alguien deberá de cubrir estos gastos políticos y bajo el esquema antes mencionado, no creemos que provengan de la bolsas de los asesores empresariales del candidatos eterno a la Presidencia.
Ambos personajes son ocurrente, mesiánicos, uno multimillonario y el otro no, pero sin ningún problema para vivir una vida sin trabajar. Coinciden plenamente en sus discursos, en los que resaltan promesas y las diferencias sociales, lo que lleva a sus seguidores al fanatismo y el odio por aquellos que piensen diferente a ellos. Ambos pintan con sus frases metafóricas un mundo de blanco y negro, porque no hay otra opción, las opciones son solamente las que aparecen en su carta la cual está ya muy leída, y han borrado de su vocabulario las palabras correctivas, consenso o mayoría. Sus frases son altamente trilladas y siempre resaltan lo negativo de los demás. Estos personajes populistas.
Las ocurrencias tienen sus consecuencias, la expresión más clara es que sus modelos se han  agotado por las malas decisiones políticas. El populismo en el presente nos lleva a cometer muchos errores, pero en el futuro se vislumbra un panorama gris y abandonado y gris. No obstante que hemos escuchado las llamadas de atención de otros países que son víctimas del populismo, el problema volverá a ser que ante el ruido de las sirenas y las alarmas que sonaban por todas partes, preferimos voltear hacia otro lado.
Notas al Vuelo: A nivel local falta definir a los aspirantes a las diputaciones y las senadurías…Este Pajarillo Sigue Volando.
El autor es analista político desde 1992, catedrático universitario y tiene amplia formación en el servicio público.  


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