UNA NUEVA ERA DE FINANCIAMIENTO
Por Juan Enrique “Pájaro” González
Todo es
cuestión de enfoques. En México los Partidos Políticos gozan de las
prerrogativas y obligaciones que les conceden la Constitución y la Ley General
de Instituciones y Procedimientos Electorales, el ejercicio y cumplimiento de
las mismas puede ser tan práctico o complejo como lo decidan los mismos actores
políticos. Porque precisamente de la actuación de los Partidos es como la de los
ciudadanos, quienes toman sus decisiones
para integrarse, simpatizar o votar por alguno de ellos, o decidir por no
acudir a las urnas a ejercer libremente su derecho a tomar decisiones en los
asuntos públicos de la Nación.
En la
actualidad todas estas actividades en tiempos de receso y en campañas las
realizan con los recursos públicos que el Gobierno les asigna en un proceso
legal que también puede ser tan práctico o complejo como lo decida el Congreso
de la Unión y el mismo Instituto Electoral.
Pero esta
perspectiva cambio con la fuerza de una serie de sucesos naturales, los
huracanes que azotaron las costas del país y los terremotos que sacudieron a
varios Estados, para dejar una cantidad insospechada de daños estructurales y
damnificados, superando el guion de una película apocalíptica. En meses el
escenario nacional cambio, y entonces se escucharon las voces de los mexicanos
que demandaban la actuación inmediata de las autoridades, las cuales se vieron
rebasadas por que no existía un plan para atender tantos desastres en un lapso
tan breve de tiempo. Y una vez más, se levantó el espíritu solidario de los
mexicanos para responder al llamado de sus hermanos afectados y caídos en
desgracia.
Entonces
surgió una idea, que también los Partidos Políticos donarán el 20% de sus
prerrogativas, al principio algunos actores políticos aceptaron la idea, la
cual fue tomando fuerza y en esencia cada Instituto se ha ido sumando con una
propuesta diferente y cada vez más ambiciosa, hasta el grado de llegar al
donativo del 100%, es decir renunciar a las prerrogativas de manera total. Para
que este proyecto se concretice se requiere la unidad de las fuerzas políticas
que mueven a México, porque la de los ciudadanos ya se hizo presente con una
explosión que se llama “adaptarse a la nueva realidad del país”, el desastre
natural.
Lamentablemente
en las últimas horas, hemos escuchado de unos y otros, la descalificación de la
propuesta presentada por los de enfrente y las bondades de la propuesta
presentada por mi Partido, o bien que renunciar al financiamiento público
abriría las puertas a manos perversas que buscarían inyectar dinero mal habido,
sin embargo este es un debate estéril que no nos llevaría a ningún lugar. Porque la nueva realidad que estamos viviendo
nos demanda un cambio, aquel que nos motive a unir esfuerzos y convertir cada
una de las propuestas en una sola, en la que también se incluya el esfuerzo del
Gobierno Federal, antes de que el tiempo natural y el legal se venzan. Este entrampamiento
nos llevaría a quedarnos con simplemente buenos deseos que terminarían en nada.
Mi reflexión
final, es que si se puede creer en la unidad, la misma que unió a todos los
ciudadanos para apoyar y donar lo poco o mucho que tienen. Así como las voces lapidarias
de Donald Trump unieron a todos los jugadores de la NFL pero en su contra,
nosotros debemos revertir este fenómeno y convertirlo en la unidad de todos por
México. Puede ser una utopía, pero alguna vez alguien soñó con independizarse
de España y constituir una nueva Nación. Algo difícil de creer.
Notas al Vuelo: Y ustedes ya donaron en cualquiera de los Centros de
Acopio…SiVuela.
El autor es analista político desde 1992,
catedrático universitario y tiene amplia formación pública.
No hay comentarios:
Publicar un comentario