miércoles, 23 de octubre de 2019

LA COLUMNA DE LA SEMANA DICE


ES MOMENTO DE REPLANTEAR
Todo es cuestión de Enfoques y de la Trinchera en que nos encontremos. Han transcurrido 325 días de que entrara en funciones el Presidente Andrés Manuel López Obrador y ya han pasado 15 meses de que ganara en las urnas este derecho Constitucional, tiempo en el que su popularidad se mantiene al tope, ya que el 67% de la población aprueba sus valores de honestidad y liderazgo, una calificación bastante alta y positiva, pero en el rubro del manejo de los problemas de la nación su evaluación se mantiene muy distante ya que la población lo mantiene en un subibaja entre el 37% y el 45%, a 22 puntos muy distantes de su imagen de popularidad y esto obedece a dos puntos.
Al momento de preguntarle a los mexicanos que opinaban sobre el manejo de los temas de economía, corrupción y pobreza, la opinión se inclinaba más hacia lo desfavorable, el primer punto merecía el 51% para ser considerado el mayor problema en el país, máxime que la economía no creció ni un punto en lo que va de su administración, y uno lo puede ver en el precio de las cosas y el poder adquisitivo de nuestros bolsillos. Simplemente el Presidente se limitó a decir que “En materia económica, de diciembre de 2018 a julio de 2019 las reservas internacionales crecieron en $54 mil 200 millones de dólares; que en julio el índice de confianza del consumidor se ubicó en 104 puntos, que en el mismo tiempo la bolsa de valores aumentó en 2% y que la recaudación de impuestos creció 2.6%.....” cifras muy inferiores a otros años, por eso repercutió en un crecimiento mínimo, por lo que debió de reconocer que hay poco crecimiento, pero también advirtió que en su Gobierno no tiene cabida los parámetros tecnocráticos, ya que no cree en medir simplemente en el crecimiento.
Y el otro punto es el tema de la seguridad, el cual ocupa un segundo lugar de los problemas que afectan a los mexicanos con el 37%, punto que indudablemente ha sobresalido antes los incidentes que ocurrieron en Chiapas en donde ejecutaron a periodistas, se ha atentado contra civiles en la vía pública y arrojan cuerpos en los ríos; en Michoacán las cosas se han complicado con los ataques a la Guardia Nacional lo que ha orillado a la Secretaria de la Defensa Nacional a tomar la decisión de movilizar a más de 4 mil elementos hacia territorio purépecha; y finalmente los incidentes de Sinaloa, precisamente en Culiacán en donde se realizó un operativo que tuvo que ser paralizado. Lo más lamentable de este último suceso fue que se exhibió una descoordinación al interior del Gabinete Presidencial, mientras que el Secretario Durazo decía una versión ante los medios de comunicación, el Presidente López Obrador lo desmentía en la conferencia mañanera, además habría que agregarle las versiones que han surgido desde Washington, las cuales exhiben que ambas versiones ocultan más datos, con lo que cobra fuerza la frase “de yo traigo otros datos”. Finalmente es de destacar que este sondeo se levantó a nivel nacional en el mes de Septiembre, por lo que será interesante conocer los resultados de la próxima consulta para medir el impacto en la opinión pública.  
El punto más interesante es que no obstante que no se ha definido un rumbo claro en las gestiones del Gobierno por parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador, y que se han tomado decisiones que han causado afectación a la población como el tema del Aeropuerto, el cual además de viejo es obsoleto,  el Tren Maya, mismo que será un atractivo turístico pero no se ha seleccionado la zona adecuada, el apoyo a los Deportistas, a quienes primero les cortaron las becas para después apoyarlos con todo, el IMSS, Institución que estos meses ha pasado del desabasto a no tener a los Delegados en todos los Estados, y muchos temas más que cada uno de ustedes puedes ir contabilizando. En suma, todos los asuntos nacionales son igual de prioritarios por lo que requieren de la atención del Presidente y de cada una de las respectivas mesas de trabajo.
Lamentablemente esta falta de rumbo ha impactado en la opinión pública con diversas reacciones, ya que todos tenemos quienes nos apoyan, como ustedes que nos distinguen con su lectura, o tenemos adversarios muy críticos de nuestras acciones, como la otra mitad de los lectores de Hechos y Opinión que optan por saltarse mi gustada columna (hay que echarnos porras). Al final la reacción que tiene cada uno por las decisiones que toma, así como el leguaje que se utiliza ante las críticas, es lo que marca el rumbo, por eso se ha venido encima una campaña en la que se exhiben los videos y tuits del Presidente López Obrador por parte de  todos aquellos que se sienten ofendidos por su manera de decidir, particularmente porque cuando era oposición señalo abiertamente los errores de los Mandatarios en turno, pero actualmente ha demostrado que es intolerante a la lactosa. Por lo tanto, la opinión púbica señala “bueno, este grupo criticó ácidamente a Calderón y se burlaron de Peña Nieto, entonces ahora deben demostrar que están preparados para estos escenarios”. Recordemos que a toda acción corresponde una reacción y que la ley de la vida dice “el que se lleva se aguanta”.   
Estoy de acuerdo que la toma de decisiones corresponde al Presente de la República, a nuestro Presidente, por lo que él debe de sumir el rol principal de Mandatario de Estado para afrontar los grandes retos de la Nación. En consecuencia, debe dejar de lado las conferencias matutinas ya que el destino de un gran país no se construye ante la prensa, si bien es cierto es importante informar, es necesario que se continúe con una estrategia acorde a la realidad nacional, por lo que estas conferencias deberían de realizarse cada semana o cada quince días. En tanto el primer Mandatario deberá de reunirse con su Gabinete para formalizar y fortalecer las acciones de Gobierno, para que trabajen las diversas Mesas y todos estén en la misma frecuencia para que no se contradigan en público y mucho menos en conferencias matutinas.
A ningún lado nos va a llevar estar criticando en exceso las acciones del Presidente, ni mucho menos estar defendiéndolo fervientemente, porque, así como hay aciertos también existen tropiezos, los cuales difícilmente son reconocidos por las personas y mucho menos por los gobernantes. Esta es la estrategia más centrada, dejar de lado las diferencia, cambiar el discurso y poner las manos a la obra.  ¿Y usted que opina amable lector?
Notas al Vuelo: En Bolivia su Presidente ya cambio la Constitución dos veces y lleva 15 años en el poder…En Chile ante el alza el Presidente enfrentó a los manifestantes y terminaron con muertos…..Este no es el escenario que anhelamos en México…Este Pajarillo Sigue Volando.
Analista político desde 1992, catedrático universitario y con formación en el servicio público.

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