Por Juan Enrique “Pájaro” González
Analista político
y social de la interacción humana desde 1992. Catedrático Universitario
Todo es
cuestión de enfoques. El próximo 18 de mayo el Partido Acción Nacional celebrara
la elección interna de su nuevo Presidente Nacional para un periodo de 15
meses, por lo que la membrecía de todo el país podrá votar de manera directa y
por vez primera en la elección democrática de su nuevo líder. El origen de este
Instituto político permite que el voto y la decisión de un miembro tenga el
mismo valor que el voto y la opinión de cualquier otro miembro, ya sean desde
los panistas de trabajo comunitario hasta los panistas que participan en los
gobiernos de formación humanista, en pocas palabras un voto es un voto, y como
dijo mi abuela “aquí en México hemos luchado por la igualdad y la libertad, por
respetar la secrecía del voto”.
En este
sentido, dos formulas totalmente diferentes participan para obtener la
dirigencia nacional del partido que durante siete décadas emitido
posicionamientos y se convirtió en una verdadera oposición política ante la
maquinaria del sistema oficial que no acepta posturas diferentes a la del
gobernante en turno. En el estricto orden alfabético, participan Cordero y
Madero, el primero busca la oportunidad para demostrar que si se pueden hacer
las cosas diferentes y el segundo que busca reelegirse en el cargo, pero pesa
sobre su camino el haber perdido los logros de dos sexenios de Presidentes de
la República panista.
Ernesto
Cordero está motivado en la búsqueda del camino que lleve al PAN a recuperar su
espacio a nivel nacional, ya que no se debe de olvidar que cayó al tercer lugar
en las preferencias. Con esta visión estuvo presente el día lunes en la ciudad
de Tijuana y Ensenada, acercándose a la membrecía que ha escuchado con atención
sus propuestas de trabajo y que además está descontenta ante el escenario
nacional. Particularmente destacó el tema de la libertad para tomar las
decisiones, libre de toda presión y de líneas oficiales, lo que en sus palabras
permitirá que en la gestión de Cordero los candidatos sean electos
democráticamente, y no producto de la imposición, una característica que se
identifica más al viejo sistema revolucionario y no a los ideales panistas.
“Para poder
entender mejor lo que hoy se vive, es indispensable conocer la fuerza de los
hombres y de las Instituciones de ayer”, este era el ideal de Luis Calderón,
por eso Cordero propone que bajo esta perspectiva Acción Nacional deberá de entrar
a un proceso de reencontrarse con sus orígenes, los mismos que llevaron a los mexicanos
a confiar elección tras elección en una verdadera oposición. Esta es una
referencia que desconocen las nuevas generaciones, misma que no debe de quedar
a la deriva para evitar que todo el esfuerzo por mejorar se convierta en un
afán estéril. Es como en la vida deportiva, los rivales admiran y respetan más
a sus rivales forjadores y luchadores, que nunca bajan la guardia, aún ante las
circunstancias más adversas.
Apuntes al Vuelo: En la administración de Calderón el país crecía a
un 4%, ahora con todo y reforma fiscal no hemos crecido más del 2%...la
frialdad de los números.
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